Batalla de Zorndorf

En esa situación, las tropas del Rey Federico II el Grande debieron soportar supremas adversidades durante la lucha.

La batalla se desarrolló durante todo el día en medio de un ardiente calor estival.

Aun así, se mantenían los indicios de la derrota, cuando poco después del mediodía el general Friedrich Wilhelm von Seydlitz condujo a la victoria con un ataque masivo de cerca de 50 escuadrones de la caballería del ala derecha en contra de las expresas y repetidas órdenes del rey para llevar a cabo la implicación del centro (“él respondió con su cabeza para el combate”), esperó el experimentado y joven general de caballería el instante en el que la mayor parte del grueso del ejército ruso se hubiera internado entre las filas prusianas.

Federico en persona condecoró la proeza táctica de su voluntarioso y genial general, mientras su aliado el embajador británico sir Mitchell, presente en el campo de batalla, después de la retirada rusa le decía estas palabras: “Sin estas horas, funesto sería para nosotros”.

Las pérdidas fueron altas por ambas partes: en conjunto unos 30.000 hombres, sin contar heridos ni prisioneros.