Batalla de Vila Velha

El mismo día, el contingente español, que hacía poco había tomado Vila Velha, avanzó hacia Porto Cabrão, dejando en la ciudad 8 piezas de artillería junto a 200 granaderos y 100 hombres a caballo.

El general Burgoyne, quien estaba en la zona encargado de la defensa del sur del Tajo, dándose cuenta de lo desprotegido que quedaba Vila Velha, ordenó al teniente coronel Charles Lee que se pusiera al frente de un destacamento formado por 100 granaderos portugueses, 200 hombres del 85.º regimiento de infantería y 50 dragones del 16º Regimiento ligero para atravesar el Tajo y atacar la posición.

Además se capturaron seis cañones y 60 mulas de artillería.

Las pérdidas del lado anglo-portugués fueron tan solo de un muerto y 10 heridos.

Con la llegada de refuerzos ingleses al día siguiente, la ciudad fue definitivamente asegurada.