Un estado imperial (en alemán: Reichsstand, plural: en alemán: Reichsstände) era una entidad territorial y política en el Sacro Imperio Romano Germánico con escaño y voto (Sitz und Stimme) en el Reichstag o Dieta Imperial.
Algunos estados gobernados por príncipes alemanes con voto en la Dieta no tenían escaño (Hungría con los Habsburgo o Prusia bajo el Gran Maestre de la Orden Teutónica o con el duque de Brandeburgo, fueron un claro ejemplo durante toda la historia del Sacro Imperio Romano Germánico), mientras que unos pocos altos funcionarios del Sacro Imperio (como el mariscal hereditario [Erbmarschall] o el Ujier Hereditario [Erbtürhüter]) tenían escaño pero no voto: ni los citados altos cargos del Imperio ni los territorios sin escaño en la Dieta Imperial estaban calificados como estados imperiales.
Hacia el final de su existencia, el Sacro Imperio Romano Germánico estaba compuesto por unos 360 estados casi independientes, muy diferentes entre sí en tamaño, rango, influencia y poder.
Los pocos gobernantes (eclesiásticos y seglares) que participaban con su voto en la elección del emperador del Sacro Imperio tenían el título de príncipe elector (en alemán Kurfürst, plural Kurfürsten), asociado a un territorio llamado electorado.
Sus gobernantes tenían autonomía para regular sus propios asuntos y los de su casa; en particular, se les permitía fijar normas relativas a la herencia de sus Estados Imperiales sin interferencias del Sacro Imperio.
El primero estaba formado por los Estados electorales, tanto eclesiásticos como seglares, esto es, los únicos votos del Reichstag que podían elegir al siguiente Emperador del Sacro Imperio; los demás Estados de la Dieta Imperial (salvo las ciudades imperiales libres, reunidas en el tercer consejo) pertenecían al Consejo de los Príncipes.
Estas normas no se formalizaron hasta 1582, pues anteriormente, cuando varios individuos heredaban partes del mismo Estado, a menudo recibieron del Emperador el derecho a voto cada uno, convirtiendo sus heredades en Estados Imperiales.
Las unidades territoriales siguieron el devenir político de la época napoleónica y su final.