Por ejemplo, ya bajo Carlomagno, el Reichstag celebrado en Aquisgrán en 802-803 hizo oficiales las leyes de los Sajones y otras tribus.
En 1158, durante el Reichstag en Roncaglia se promulgaron cuatro leyes que alterarían significativamente la constitución (nunca escrita formalmente) del Imperio.
En cambio, los príncipes se reunían irregularmente en la corte del Rey; estas asambleas fueron llamadas normalmente Hoftage (dietas cortesanas).
Estaba dividido en varios collegia, incluyendo el de los Kurfürsten (príncipes electores) y, más tarde, las ciudades que eran reichsunmittelbar, es decir, dependientes directamente del Emperador.
Varios intentos de «reformar» el Imperio para acabar con su lenta desintegración, empezando con el Reichstag en 1495, no tuvieron mucho efecto.