Conociendo las estrategias de los húngaros, venció a dos ejércitos húngaros que volvían a su tierra luego de saquear territorios germánicos: el primero sería en la batalla junto al río Rott en 909, y el segundo en la batalla junto al río Eno en 913.
Los Annales Iuvavenses indican que en 920, los bávaros y otros francos orientales eligieron rey a Arnulfo; sin embargo, su reinado duró poco, ya que el rey Enrique lo derrotó en dos campañas en 921, pero le confirmó en el ducado a cambio de su renuncia al título real.
Arnulfo se casó con Judith von Friaul, y la hija de ambos, Judith, se casó con Enrique I de Baviera, hermano del emperador Otón I. Arnulfo murió en Ratisbona en 937, y le sucedió su hijo Everardo.
Gobernó sobre propiedades que se extendían a lo largo del Danubio con Regensburg (Ratisbona) como centro principal y en la adyacente Nordgau.
Sin embargo, ya durante su ascenso al ducado, se enfrentó a constantes incursiones de los húngaros.
En varias escaramuzas, como la batalla junto al río Rott en 909, y pudo hacer retroceder a los invasores húngaros y derrotó en la batalla junto al río Eno en 913 a una pequeña fuerza con el apoyo de sus parientes suabos.
Esos ataques llevaron a Arnulfo al exilio y buscar refugio con sus antiguos enemigos en Hungría.
En septiembre, el rey convocó un concilio eclesiástico en Hohenaltheim, al que asistió el episcopado bávaro, que convocó a Arnulfo y a su hermano menor Bertoldo bajo amenaza de excomunión en Ratisbona el 1 de noviembre.
Como Conrado I no tenía hijos, el trono de Baviera estaba abierto para Arnulfo, nuevamente.
[5] A su regreso en 920, según los Annales iuvavenses, «los bávaros se sometieron libremente al duque Arnulfo y le pidieron que reinara dentro del reino de los germanos» (Baiuarii sponte se reddiderunt Arnolfo duci et regnare ei fecerunt in regno teutonicorum).
En cualquier caso, el reinado de Arnulfo duró poco; el rey Enrique I resultó ser un fuerte oponente y lo derrotó en dos campañas en 921.