Rey de romanos

Rey de romanos[1]​ o rey de los romanos (en latín: Rex Romanorum y en alemán: König der Römer ) fue el título usado primeramente por el caudillo Siagrio del remanente romano de Soissons, y mucho más tarde, en el Sacro Imperio Romano Germánico, por un emperador futurible que no había sido coronado por el papa y que por lo tanto no podía intitularse emperador.

La unción y coronación imperial de Luis II en abril de 850 asentó una constante a lo largo del medievo, que tales ritos solo podía hacerlos el papa, y en Roma, incluso si había sido ungido rey previamente.

En 855, con la abdicación y muerte del emperador Lotario I, Luis II, que por entonces ya era rey de Italia, no obtuvo territorios al norte de los Alpes en el reparto efectuado por Lotario I.

De este modo, a la muerte del emperador, había ya un rey que le sucedía inmediatamente, sin requerir otra coronación o Wahlkapitulation, puesto que ya había sido jurada una capitulación; así se evitaba un trono vacante y conflictos de intereses en una nueva elección.

Salia Supplinburgo Hohenstaufen Welf Ludovingios Holanda Plantagenet Borgoña Nassau Luxemburgo Wittelsbach Habsburgo En el Imperio romano de Oriente (o Imperio bizantino), cuya capital era Constantinopla, se utilizaba el título "Basileos de los romanos" (βασιλεύς Ῥωμαίων).

Escudo de José II , último Rey de romanos.