A pesar del mal tiempo, el ejército prusiano de &&&&&&&&&&020000.&&&&&020 000 hombres, formado por 31 batallones, 35 escuadrones y 60 cañones, avanzó en cinco columnas hacia Mollwitz.
El austriaco Wilhelm Reinhard von Neipperg disponía también de &&&&&&&&&&020000.&&&&&020 000 hombres distribuidos en 18 batallones, 86 escuadrones y 18 cañones.
Esta ala tuvo que replegarse, la caballería huyó e incluso fracasó el contraataque del 11.º regimiento de coraceros con el propio rey al frente.
En ese momento crítico el rey abandonó el campo de batalla a instancias de su mariscal Kurt Christoph von Schwerin, que quería salvar la vida del monarca, y se dirigió a Oppeln (actualmente Opole), pero este poblado ya lo había ocupado el enemigo.
Cuando la caballería austriaca empezó a retirarse, la infantería prusiana avanzó con la bayoneta calada y a tambor batiente al mando del mismo Schwerin, lo cual fue decisivo para la victoria.