Sin embargo, la ciudad no llegó a ser tomada y el ejército hispano-francés acabó retirándose del Piamonte.
Dicha fecha constituye la jornada más gloriosa en la historia del Regimiento Lusitania.
Gracias a ello, dos cuerpos provenientes de la segunda línea, Numancia y Lusitania, tienen tiempo para acudir al punto amenazado.
Ambos, pie a tierra, entran en fuego inmediatamente, consiguiendo detener la progresión de los contrarios.
Este intentará de nuevo romper la línea hispano-francesa, sin lograrlo.
Los contraataques de sus adversarios tampoco tendrán mayor éxito; así, fracasa una carga del Pavía a caballo.
Asimismo, se le concedió al Regimiento Lusitania, como emblema, una calavera y dos tibias, y el derecho a ostentar en su Estandarte una corbata negra en recuerdo de esta batalla.
En lo sucesivo se podrá comprobar que el negro será una constante, como color de la divisa, en casi todos los uniformes que habrán de usar sus componentes junto con las divisas "Vencimos en Tamames" y "Lusitania Tessera Onmi Armatura Fortier" (Los valientes del Lusitania no necesitan armadura".