El Tratado de Breslavia (o Tratado de Breslau), suscrito entre el Sacro Imperio Romano Germánico y Prusia en 1742, dispuso que María Teresa I entregaría el territorio de Silesia exigido por Prusia.
[2] En 1740 ocupó Silesia, que formaba parte de la Monarquía Habsburgo desde 1526.
[3] Se habían llevado a cabo negociaciones secretas desde otoño de 1741, pero esto no impidió que Federico II invadiera Bohemia y derrotara a las tropas austriacas en la batalla de Chotusitz el 17 de mayo de 1742.
[5] Sobre la base de los términos del tratado, María Teresa cedía la mayor parte de los ducados silesios a Prusia excepto el Ducado de Teschen, los distritos de Troppau y Krnov al sur del río Opava, así como la parte meridional del Ducado de Nysa, que todos ellos formaron la provincia de Silesia austriaca.
Además Federico se anexionó el Condado de Kladsko que pertenecía a Bohemia.