[1] Sagnier fue un arquitecto bien relacionado con las clases dirigentes barcelonesas, de las que recibió numerosos encargos.Su principal fuente de inspiración fue la arquitectura medieval, sobre todo románica y gótica; en cambio, no fue proclive a estilos exóticos de moda en aquel momento, como el neomudéjar o los estilos árabes y orientales.[3] La obra de Sagnier se caracteriza por tres aspectos: una gran capacidad de trabajo, en la que destaca su continuo reciclaje tanto en estilos como en innovaciones tecnológicas; una cierta indefinición estilística, que sin embargo deja la puerta abierta a las corrientes del momento; y una variada amplitud tipológica, desarrollada principalmente en el sector de la vivienda, el encargo oficial y el religioso.[7] Debido a la gran cantidad de obras que ejecutó durante su carrera profesional, a menudo colaboró con otros arquitectos, como José Doménech y Estapá, Bonaventura Bassegoda i Amigó, Augusto Font Carreras, Francisco Folguera, Adolfo Florensa, Pere Garcia Fària, Pere Benavent, etc., así como su hijo Josep Maria Sagnier i Vidal, 2.º marqués de Sagnier, el cual terminó muchas de las obras iniciadas por su padre.[12] En su escudo nobiliario imprimió la siguiente leyenda: Dilexi decorem domus tuae («Señor, amé la hermosura de tu Casa»).Enric Sagnier tiene dedicados en Barcelona unos jardines que llevan su nombre, ubicados en el distrito de Sarriá-San Gervasio e inaugurados en 2012.En 1888 realizó un proyecto para la Exposición Universal, que no se llevó a cabo; se trataba del Pabellón León XIII, que debía acoger la representación de los Estados Pontificios en el certamen.En el barrio del Clot construyó el Centro de Nuestra Señora del Carmen y San Pedro Claver (1899-1903), conjunto destinado a escuelas y talleres de oficios para jóvenes obreros, desaparecido en 1936.Asimismo, como arquitecto diocesano de Barcelona construyó varias parroquias en los barrios obreros de las afueras de Barcelona: Sagrado Corazón en Pueblo Nuevo (1895-1926), San Juan en Horta (1909-1917), San Francisco de Asís en Pueblo Nuevo (1914-1917), Nuestra Señora de Montserrat en Guinardó (1920-1924), Nuestra Señora del Rosario en Fort Pius (1923-1924), Cristo Rey en la Sagrera (1924-1931), Santa Engracia en Verdún (1925-1928), San Ramón Nonato en Collblanc (1925-1935); así como en varias poblaciones de la diócesis: Santa María en Castelldefels (1903-1909), San Félix en Sabadell (1914-1942), Santa Margarita en Santa Margarida i els Monjos (1920-1924), San Pedro en Masquefa (1922-1925), Santa María en Viloví (1925-1933).[18] En 1893 construyó el Frontón Barcelonés, en Diputación 415, primer local en Barcelona dedicado al juego de pelota; era descubierto, y el público ocupaba una estructura de hierro a tres niveles, decorada con estucos, a la que se accedía a través de una rotonda y una gran escalinata; el frontón desapareció en 1902.[23] Quizá por esta vinculación con la orden benedictina, recibió un encargo para la construcción de un colegio en Perth (Australia), donde había una misión, Nueva Nursia, regida por un abad catalán, Fulgenci Torres i Mayans; allí realizó la iglesia y colegio de Santa Gertrudis (1904-1906), de estilo neogótico.El conjunto está formado por una cripta interior y la iglesia superior, con planta central con cúpula sobre ocho columnas.[27] Sagnier entra en una etapa de menor actividad profesional, a la vez que recibe un gran reconocimiento oficial.Abandona progresivamente el modernismo, instalándose en un estilo clasicista de aire burgués, personal y ecléctico.Derrocado en su mayoría en 1970, solamente queda el pabellón actualmente dedicado a prisión de Wad-Ras.La obra se hizo en cemento armado –pionero en aquel entonces– con revestimiento exterior de piedra.Además de iglesia, el conjunto (terminado por su hijo Josep Maria) comprendía un teatro y unas escuelas; dañado durante la Guerra Civil, fue restaurado por Francesc Folguera.Ese año realizó la Casa Ignasi Coll Portabella, en la Avenida del Tibidabo 24-28 (1915-1918), que presenta una línea clasicista con elementos decorativos de influencia plateresca.[34] En 1918 amplió la torre Andreu —«la Rotonda»—, un edificio original de Adolf Ruiz i Casamitjana.Su decoración remite a un estilo populista barroco, destacando los relieves en terracota de tradición catalana.Actualmente acoge un instituto de educación secundaria (IES Vall d'Hebron).Como arquitecto diocesano, recibió también el encargo, junto a Bonaventura Bassegoda i Amigó, del traslado del coro de la catedral de Barcelona, proyecto que no se llevó a término.