Fue un artista polifacético, con una obra escultórica basada principalmente, en el modernismo, con alguna cierta semblanza gótica, sobre todo en su escultura religiosa.
Teniendo una amplísima obra en colecciones particulares de dudosa procedencia y en monumentos en distintas ciudades.
Se trata del espacio en el que Frederic Marès tenía su despacho personal y su biblioteca.
Este espacio fue diseñado ex profeso en 1964 y no aconteció visitable hasta el año 1996, cinco años después de su muerte.
La nueva presentación museográfica ha comportado la renovación del discurso museológico, aportando contenido informativo sobre el espacio, el personaje y las obras expuestas, así como del mobiliario expositivo y la sustitución de la antigua iluminación por lámparas led.
La nueva presentación ha querido mantener la misma atmósfera de calidez, tal como lo había ideado el propio Frederic Marès, y la singularidad del espacio.
El concepto de escultura conmemorativa en la obra de Marès una vez acabada la guerra civil española cambia y empieza a realizar esculturas centradas en la presencia física del homenajeado, abandonando las alegorías utilizadas en los años anteriores.