Está dedicado al abogado laboralista Francesc Layret (Barcelona, 1880-1920).
En su edición del 6 de diciembre de 1939 el periódico El Correo Catalán escribía: Curiosamente, el autor del monumento, Frederic Marès, fue en la posguerra el escultor que recibió más encargos de las nuevas autoridades, y el encargado de reconstruir numerosos monumentos derribados por las milicias antifascistas.
[1] El autor del monumento planteó un homenaje al abogado Layret partiendo de figuras alegóricas a los ideales que defendía el personaje: sobre un pedestal en forma de podio se alza una figura de mujer realizada en bronce, con el torso desnudo y el brazo izquierdo alzado portando una antorcha, simbolizando la República.
En la parte posterior del monumento se halla otra figura de mujer llevando un niño en brazos, en personificación de los desvalidos.
En la base del monumento se encuentra un medallón de bronce con un retrato del abogado en relieve, así como su nombre y sus fechas de nacimiento y defunción.