En la planificación urbana intervienen diversas disciplinas, como la arquitectura, la ingeniería, la jardinería, las artes industriales y, en cierta medida, la escultura.
[6] Los monumentos y obras de arte de consideración pública se pueden clasificar en diversas tipologías: hasta el siglo XIX las más utilizadas eran la columna, el arco de triunfo y la estatua ecuestre, tres tipos de monumentos conmemorativos heredados del arte romano; más tarde fueron surgiendo diversas modalidades, desde la escultura exenta o la situada en hornacinas, pasando por bustos, medallones, fuentes, estelas y pedestales, frisos, relieves, placas, lápidas y otros elementos, hasta variedades más modernas como instalaciones, obras integradas en la naturaleza (land art), obras realizadas con nuevas tecnologías (video, láser) o cualquier modalidad concebida con elementos multidisciplinares.
Entre los más utilizados se encuentran: la madera, el yeso, la terracota, la cerámica, la piedra, el mármol, el bronce, el hierro, el acero, el hormigón o el aluminio.
En función de ello, se puede constatar que la mayor parte de personajes homenajeados son: santos o religiosos, dioses o personajes mitológicos, símbolos y alegorías de conceptos abstractos (Fama, Gloria, Industria, Justicia, Libertad, República), reyes y personajes históricos, políticos, militares, empresarios, médicos, científicos, escritores, artistas, músicos, etc.
La ciudad seguía encorsetada en sus murallas —la única ampliación fue en la playa, el barrio de la Barceloneta—, pese a que al final del período tenía casi 100 000 habitantes.
Artísticamente fue la época del Renacimiento y el Barroco, estilos en los que se construyeron numerosos palacios e iglesias.
[17] El monumento público más antiguo que se conserva en la ciudad en su emplazamiento original —pese a que la obra en sí ha sido restaurada varias veces y ya no puede considerarse como la original— es el Monumento a Santa Eulalia, patrona de la ciudad, erigido en la plaza del Pedró en 1673.
En 1826 la base del monumento fue convertida en fuente, obra de Josep Mas i Vila.
[23] Como en períodos anteriores las realizaciones artísticas de carácter público se circunscribieron básicamente a edificios oficiales y fuentes.
El conjunto arquitectónico presenta una estructura central en forma de arco triunfal con dos pabellones en sus costados y dos alas laterales con escalinatas, que acogen un estanque dividido en dos niveles.
Asimismo, Rafael Atché realizó los cuatro grifos que expulsan agua por la boca, en la parte inferior del monumento.
El conjunto escultórico fue adjudicado mediante concurso público a diversos talleres y escultores: Josep Llimona (bajorrelieves), Antoni Vilanova (bajorrelieves), Rossend Nobas (contrafuertes), Francesc Pastor (capitel), Pere Carbonell (Cataluña), Josep Carcassó (Aragón, leones heráldicos), Josep Gamot (Castilla, Luis de Santángel), Rafael Atché (León, estatua de Colón), Manuel Fuxá (Padre Boyl), Francisco Pagés Serratosa (Jaume Ferrer de Blanes) y Eduard B. Alentorn (Pedro de Margarit).
Fue encargado al escultor Josep Llimona, y en su diseño intervino también el arquitecto Lluís Domènech i Montaner.
En la parte posterior se halla otro grupo, con varias figuras alrededor de una central que representa la Medicina.
[52] Durante los años 1910 la Comisión del Ensanche organizó varios concursos para situar en ese distrito diversas fuentes ornamentales.
Al año siguiente se colocó en el Clot Al Canónigo Rodó, en recuerdo del que fue párroco de Sant Martí, la primera obra pública de Frederic Marès, un escultor muy prolífico en los años venideros; la obra fue destruida en 1936, y reemplazada por otra del mismo autor en 1954.
La idea de erigir un monumento al insigne poeta surgió tras su muerte en 1902, pero no cristalizó hasta 1913, fecha en la que se organizó un concurso que ganó el escultor Joan Borrell i Nicolau, en conjunción con el arquitecto Josep Maria Pericas.
[65] En los años 1920 se proyectó una nueva exposición como la de 1888, cuyo éxito dejó un grato recuerdo en la ciudad.
[73] Además de las realizaciones en el recinto ferial, como en la anterior exposición se efectuaron diversas actuaciones por toda la ciudad.
[85] Tras la Guerra Civil las nuevas autoridades propiciaron la destrucción o desinstalación de numerosos monumentos dedicados a personajes vinculados con la izquierda o el catalanismo, como La República (Homenaje a Pi i Margall), el Monumento al Doctor Robert, el dedicado a Francesc Layret, o las figuras de Rafael Casanova y Pau Claris.
Para su adaptación, Marès tuvo que hacer algunas modificaciones en su obra, como tapar el torso anteriormente desnudo.
[91] Le siguió el Monumento al pintor Fortuny, sito en la calle del mismo nombre, una obra de Miquel Oslé realizada en 1922, pero cuya instalación había sido interrumpida por la guerra, y que se colocó finalmente en 1942.
[93] Al año siguiente se colocó en la Clínica Alianza el Monumento a Josep Girona i Trius, de Antonio Ramón González.
[95] Al año siguiente se inauguró otro Monumento a los Caídos en la avenida Diagonal —entonces avenida Generalísimo Franco—, frente al Palacio Real de Pedralbes, obra de los arquitectos Adolfo Florensa y Joaquim Vilaseca y del escultor Josep Clarà, compuesto de una columnata semicircular con una gran cruz al fondo, y un conjunto escultórico formado por dos hombres, uno sosteniendo al otro, moribundo; la escultura fue destruida en 2001 por la Plataforma Antifascista de Barcelona, y el conjunto fue desmontado en 2005.
El cambio político significó la retirada de aquellos monumentos que tuviesen una clara vinculación con el anterior régimen, proceso gradual que culminó en los años 2000 gracias a la Ley de Memoria Histórica promovida por el Gobierno Zapatero en 2007.
El conjunto, situado frente al Turó Park, fue diseñado por los arquitectos Miquel Espinet, Antoni Ubach y Ramon Maria Puig Andreu.
[152] En la Rambla Prim con Guipúzcoa se emplazó El largo viaje, de Francesc Torres Monsó, un monolito fragmentado que representa la relación del ser humano con el cosmos, según el propio autor.
[174] Las primeras obras elaboradas en el nuevo milenio se planificaron con un cierto continuismo respecto a realizaciones anteriores.
[182] Con la celebración del Fórum de las Culturas en 2004 se crearon nuevos espacios para el ocio ciudadano: en el recinto del Fórum se habilitó una gran explanada y varios auditorios para la celebración de conciertos y eventos al aire libre, junto a los elementos más característicos del evento, la placa fotovoltaica y el Edificio Fórum.
Se pueden encontrar «pequeños paisajes» de todo tipo: árboles, elementos arquitectónicos, esculturas, fuentes, relieves, esgrafiados, murales, columnas, chimeneas, relojes, placas, anuncios, carteles, grafitis y objetos diversos e incluso animales.