Así se pudieron salvar los sauces llorones (Salix babylonica) elegidos por Nouvel como especie predominante del parque, unos árboles que necesitan mucha agua.
En el área situada entre las calles Espronceda, Bac de Roda, Cristóbal de Moura y la avenida Diagonal se encuentra el Pozo del Mundo, un cráter formado por varias espirales de tierra, con una vegetación formada principalmente por buganvillas (Bougainvillea glabra), que recuerda ciertas obras clásicas del land art.
Estas estructuras tienen formas derivadas de la geometría reglada (paraboloides, hiperboloides, cilindros, esferas), un nuevo homenaje a Gaudí, que gustaba mucho de estas formas en su arquitectura, y fueron colocadas para ser recubiertas por la vegetación.
[2] Por último, en el espacio formado por las calles Espronceda, Marroc, Bac de Roda y Cristóbal de Moura se conserva una antigua fábrica, llamada Oliva Artés, que se ha rehabilitado como equipamiento social.
Frente a ella se conserva también un tramo viario del tranvía 70, que iba del Poblenou a Badalona por la calle de Pere IV, que antiguamente atravesaba esta zona y ahora queda cortada por el parque.