Historia de la jardinería en España

El suelo es por lo general más seco que en sus países vecinos, Portugal o Francia, y la radiación solar es más intensa, especialmente en verano, lo que llevó a la creación de jardines de pequeño tamaño y acotados en espacios cerrados, no integrados en el paisaje como en otros países.

En el centro del patio solía haber un pozo, fuente o estanque, y los elementos vegetales se complementaban con detalles ornamentales como mosaicos, jarrones o estatuas, e incluso a menudo los muros se decoraban con pinturas al fresco de tema paisajista.

Así, en el terreno de la jardinería se percibe la asimilación hispanoárabe del modelo de patio romano que, sin embargo, sería tan característico del jardín islámico español, cuya huella perdura en numerosos patios ajardinados especialmente en Andalucía.

[21]​ Sobre la vegetación utilizada en el jardín hispanoárabe, se daba primacía a la que producía alimento, especialmente árboles frutales: naranjos, limoneros, olivos, higueras, palmeras datileras, manzanos, perales, granados, nísperos, etc.

[34]​ Tras la conquista de Granada el Generalife perteneció durante varios siglos a la familia Grimaldi Pallavicini, que la cedió al estado en 1921.

[39]​ Las características básicas del jardín medieval eran su cerramiento, una planta cuadrangular y el sentido utilitario de los cultivos.

[40]​ Por lo general, en el centro se ubicaba un pozo, fuente o depósito de agua, a cuyo alrededor se colocaban cuadros de plantas o macizos, trazados en línea recta y separados por caminos que convergen en el centro.

[50]​ También influyó el diseño de las eras conforme a formas axiales expuesto por Sebastiano Serlio en Tutte l'opere d'architettura (1537).

Ello se debió principalmente a la diferencia de los terrenos: en Italia suelen tener más desnivel, por lo que una de las características del jardín italiano es su disposición en terrazas sucesivas; en cambio, España suele ser más llana, por lo que se desvirtuaba la perspectiva característica del jardín italiano.

Por su parte, La Florida fue propiedad inicial del marqués de Auñón, aunque fue pasando por diversas manos hasta pertenecer a la corona en el siglo XVIII.

[102]​ Este jardín fue reformado en 1872 al estilo isabelino, por lo que se perdió el trazado barroco en su mayor parte.

[120]​ En esta época la botánica fue cobrando cada vez mayor importancia como ciencia, especialmente gracias a los trabajos de Carl von Linné.

En 1851 el jardín pasó a ser propiedad del Servicio Agronómico de Canarias, y fue restaurado por Germán Widpret.

Se valoró especialmente la cultura popular, lo exótico, el retorno a formas artísticas menospreciadas del pasado —especialmente las medievales— y adquirió notoriedad la pintura de paisaje, que evocaba plenamente conceptos tan románticos como lo sublime.

[142]​ En este período se otorgó más libertad a la naturaleza salvaje, con pequeñas intervenciones para acentuar el aire bucólico del paisaje.

Estilísticamente perduró el «jardín inglés», cuyo naturalismo servía perfectamente a los ideales de libertad e integración con la naturaleza del romanticismo.

En todo caso, la nueva tendencia tuvo más implantación en jardines y parques públicos que en los de elaboración privada.

Su trazado denota la influencia francesa, especialmente del Parc des Buttes-Chaumont, caracterizado por un estilo rústico elaborado en rocalla.

También hay varios monumentos, dedicados a Miguel Íscar, Gaspar Núñez de Arce y Rosa Chacel.

Por último, el jardín inglés se halla en la zona oriental del recinto, con un trazado más irregular y plantaciones de árboles exóticos, junto a amplias praderas; recorre este espacio un río que va formando lagos, y acoge también un templete clásico sobre una gruta de rocalla con acuarios en su interior.

Se instaló entonces un jardín de esculturas, con obras del propio Valle, así como de Joaquín Rubio Camín, Pablo Maojo, Felipe Solares, Bodo Rau, etc.[181]​ Durante las primeras décadas del siglo XX continuaron las tipologías anteriores, especialmente las vinculadas a la moda historicista.

Entre la vegetación, elegida personalmente por Forestier, destacan las rosas, los arrayanes, evónimos, plátanos, geranios, adelfas, tamarindos, moreras, jacarandas, magnolias, jazmines, acacias, claveles, etc.

El maestro de la luz conformó un jardín íntimo y agradable, que plasmó a menudo en sus lienzos.

Era un paraje abrupto, con fuertes desniveles que Gaudí sorteó con un sistema de viaductos integrados en el terreno.

En relación con ello, ganaron preponderancia especies perennes y estáticas como las coníferas, usadas de forma masiva en los nuevos parques urbanos.

Alberga varias esculturas de Manuel Álvarez Laviada (Las Dríadas, Diana cazadora), así como monumentos dedicados a Isabel la Católica, Evaristo Valle y Alexander Fleming.

Hay especies escogidas para cada época del año, que aportan constantes variedades cromáticas al jardín, no en vano su dueño era también pintor.

El anillo está integrado por un conjunto de cinco parques: Armentia, Olárizu, Salburua, Zabalgana y Zadorra.

Por último, cabría señalar cómo en las últimas décadas del siglo XX ha surgido una especial preocupación por la preservación del medio ambiente, al tiempo que la naturaleza ha pasado a ser un elemento utilizado por creadores y artistas para sus obras, en una conjunción de jardín, parque natural y obra artística que a veces es difícil de diferenciar.

[215]​ Otro exponente son las actuaciones realizadas en Lanzarote por el artista César Manrique, empeñado en salvaguardar los paisajes de su isla natal y que se convirtió en un pionero del turismo sostenible.

Visión moderna de una villa romana
Vista de Conímbriga
Patio de los Naranjos, Mezquita de Córdoba
Monasterio de Santa María de Matallana ( Villalba de los Alcores , Valladolid ), un magnífico ejemplo de jardín de plantas aromáticas. Actualmente es un Centro de Interpretación de la Naturaleza, que incluye una exposición sobre la fauna y la flora de la zona, un jardín botánico, un palomar, un invernadero y vivero, una laguna, y una senda medioambiental [ 45 ]
Quatro libros de la naturaleza y virtudes de las plantas y animales , de Francisco Hernández de Toledo , México , 1615
Pintura del siglo XVII del Real Alcázar de Madrid
Vista de la fachada este del Casón desde los Jardines del Buen Retiro de Madrid
Plano del Buen Retiro, de Pedro Teixeira (1656)
Palacio Real de La Granja de San Ildefonso , fachada del palacio desde los jardines
Jardín del Parterre, en el Buen Retiro de Madrid
Vista general de la Cascada Nueva y parterre grande del palacio de La Granja (1821), de Fernando Brambilla , Palacio Real de Aranjuez, Madrid
Jardín del Parterre, Aranjuez
Fernando VI y Bárbara de Braganza en los jardines de Aranjuez , de Francesco Battaglioli (1756)
Jardín del Príncipe, Aranjuez
Casita del Pescador, Jardines del Retiro de Madrid
Parque de la Creueta del Coll , al fondo la escultura Elogio del agua (1987), de Eduardo Chillida
Jardín de los Poetas, Reales Alcázares de Sevilla