Este cuadro se conserva en el instituto Stadel (Städelsches Kunstinstitut) de Fráncfort del Meno[1].
Virgen María El cuadro representa el tema religioso de María como una delicada y débil virgen encerrada en su jardín, hortus conclusus o jardín cerrado, que es símbolo de su virginidad.
Como figura principal, es mucho más grande que el resto de los personajes, la Virgen está representada como la Reina del Paraíso.
Ella está en un jardín cerrado, simbolizando su pureza y su papel como la Madre de Cristo.
Parece que lleva el pelo corto, pero en realidad lo está dejando caer bajo su hombro.
Santa Bárbara Vestida con una túnica del mismo azul que la capa de la Virgen y un velo blanco, se encuentra arrodillada frente a un pozo.
Hay cierta disputa de si ciertamente es Santa Bárbara quien es representada, pues su atributo, el cuenco, no se encuentra junto a ella, o en la obra, pero al ser un pozo y una chuchara, podría ser esta la alusión al cuenco.
Sin embargo, el hecho de que San Osvaldo fuera rey y no aparezca coronado, a diferencia del resto de personajes, hace que autores como Brinkmann y Kemperdick rechacen la hipótesis.
Sin embargo, no se trata de un espacio cerrado por completo, pues se da a entender la continuidad del jardín al no estar delimitado por abajo y la derecha por el muro.
Su carácter tanto religioso como profano, ha llevado a pensar que probablemente fuera encargado por una mujer, quizá una dama noble o una abadesa, destinado al culto privado y no para una iglesia por su tamaño y motivo[7][8].
Aguileña común, verónica, Fragaria, Alchemilla, Bellis perennis, alhelí del campo, hierba doncella, trébol, lirios, leucojum vernum, Convallaria majalis, malva, margarita, dianthus, Paeonia officinalis, rosa, hierba centella, iris, mostaza, ortiga roja, violeta, plantago, crisantemo, aster, Hypericum, Matthiola.