Salterio (instrumento musical)

El salterio de cuerda percutida o Dulcimer, si nos referimos al medievo, también puede ser llamado Tympanon medieval.

Por ejemplo, el arcipreste de Hita lo cita en 1389 en su conocido Libro del Buen Amor, como Dulçema, en un fragmento que menciona y describe diversos instrumentos musicales medievales.

En la Edad Media se encuentran en Europa y fue representado con frecuencia en ilustraciones o esculturas a partir del siglo XII, tanto en su versión pulsada como percutida.

Y, aunque en cada lugar se le conoce con un nombre diferente, Salterio es el término que agrupa a todos ellos.

Desde el siglo XII hasta el XV, los salterios se ven ampliamente en manuscritos, pinturas y esculturas en toda Europa.

También hay referencias en el sudeste asiático, pues está representado en una escultura japonesa del siglo XIV, época en que seguramente llega también al Norte de África, donde aún hoy en día lo podemos ver en sus múltiples formas primitivas.

Está configurado en un formato triangular para que la parte final de cada cuerda se pueda arquear.

Es el ejemplo más claro de un instrumento que, sin experimentar demasiadas transformaciones, se ha adaptado a distintas culturas y al paso del tiempo.

De una forma más arcaica y para lograr un acompañamiento básico, en la música tradicional del norte de Aragón, Navarra, País Vasco, País Vasco francés y Bearn, el intérprete que toca la flauta de tres agujeros (llamada chiflo o txistu) con la mano derecha se acompaña con la izquierda tocando el salterio, llamado chicotén (en Aragón) o ttun-ttun (en País Vasco y Navarra).

El rey David, en una ilustración de la obra de Boecio De Musica .
Salterio de cuerda percutida (Dulcimer)
Salterio de arco
Salterio de la escuela veneciana (Museo de la Música de Venecia)