Fue abuelo del filólogo y político Jordi Carbonell i de Ballester.
Para decorar el pedestal del monumento se hizo un concurso en 1885 en la ciudad condal y los elegidos fueron: Josep Gamot (Aragón); Carcaso (Castilla); Rafael Atché (León); y Pedro Carbonell (Cataluña).
Rostro meditabundo y reflexivo, de enorme expresión, inspirándose en su obra.
Figuras alegóricas femeninas que portando trofeos, proclaman la gloria de Cataluña y Barcelona.
Destaca también la decoración escultórica del Mausoleo de Colón en la Catedral de Santo Domingo, realizada durante su estancia en la República Dominicana entre 1896 y 1898, en colaboración con el arquitecto catalán Ferran Romeu i Ribot en la actualidad situado en el Faro a Colón.
Obra colosal ejecutada en mármoles de Carrara y bronces, con numerosos bajorrelieves que hacen alusión a la gesta colombina, así como cuatro leones colosales en bronce, y la estatua alegórica femenina en mármol que representa a la República Dominicana.
[3] Otra obra notable fue la estatua ecuestre del presidente de la República Dominicana general Ulises Heureaux (1883-1899).
La admiración que muestra hacia la perfección de la escultura griega, así como su noción sobre la belleza parecen obedecer a una recuperación nostálgica del clasicismo.