[1] Su publicación corría a cargo de la editorial Montaner y Simón.
[1] En un principio dio prioridad al grabado frente a la fotografía pero en los últimos años del siglo XIX esta última empezó a imponerse en sus páginas.
[2] Según Sanmartín Bastida, «las imágenes de la revista [junto a las de La Ilustración Ibérica] se encuentran en la línea del "revival" medieval de la última vanguardia pictórica (como la de los pintores prerrafaelistas) y dan a conocer así la moderna pintura europea medievalista».
[5][6] Contó con la colaboración de escritores españoles como Emilia Pardo Bazán[7] —que aportó principalmente contenidos de carácter periodístico—,[8] Emilia Serrano de Wilson «la Baronesa de Wilson» —con relatos de corte «americanista»—,[9] Emilio Castelar, Francisco Giner de los Ríos, Leopoldo Alas «Clarín», Francisco Pi y Margall, Benito Pérez Galdós o Manuel Ossorio y Bernard, entre otros muchos; así como con colaboradores extranjeros, en especial de Francia.
[10] Contaba con abundante material gráfico de los artistas del momento, como por ejemplo de escultores como José Campeny.