Las obras se prolongaron durante veinte años, y cuando el edificio fue inaugurado, el 11 de junio de 1908, aún no habían acabado, ya que se prolongaron hasta 1915.
[5] El palacio destaca por la gran cantidad de obra escultórica, y en su realización intervinieron la mayor parte de escultores de la época: los hermanos Agapito y Venancio Vallmitjana, Eduard Alentorn, Rafael Atché, Miguel Blay, Pere Carbonell, Manuel Fuxá, Francisco Pagés, etc.
También cuenta con tres grandes lienzos de Enrique Simonet sobre las Alegorías del Derecho.
Las cuatro fachadas del palacio fueron decoradas con diversas esculturas y relieves, así como frisos, escudos, y otros elementos ornamentales, como unas grandes veletas de hierro que coronan las cuatro torres situadas en los ángulos del edificio.
En el proyecto original, los arquitectos tan solo habían previsto el grupo de Moisés, mientras que el conjunto de estatuas y relieves situado en las cuatro fachadas del palacio fue incorporado más tarde, con las obras en marcha.
Los relieves fueron realizados primero, en 1891, mientras que las estatuas fueron colocadas en 1894; el grupo de Moisés fue el último en instalarse, en 1897.