Fue arquitecto diocesano del obispado de Barcelona.
[1] En sus primeros años de profesión colaboró asiduamente con su padre, del que finalizó numerosas obras.
La más importante fue el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón, en la montaña del Tibidabo de Barcelona (1902-1961), un conjunto de cripta interior e iglesia superior, de planta central con cúpula sobre ocho columnas, de un estilo historicista que combina elementos neobizantinos, neorrománicos y neogóticos.
[4] En 1931 recibió una mención especial en el Concurso anual de edificios artísticos del Ayuntamiento de Barcelona por el Palacete Miralles.
[11] Estuvo casado con Mercè Balasch i Cuyàs, con quien tuvo cuatro hijos: Raquel, Maria Assumpció, Isabel y Joan Josep Sagnier i Balasch.