En 1896, al ser cesado del cargo, ingresó en el cuerpo de ingenieros del Estado, para el que efectuó numerosos proyectos de ferrocarriles, embalses, canalizaciones, etc.
Como arquitecto construyó también su propia casa en la ciudad condal, Villa Rosita, en la avenida Príncipe de Asturias 15, hoy desaparecida.
Propuso la construcción de un Metro en Madrid, con cinco líneas, que debían también poder transportar mercancías.
Aunque Faria obtuvo la concesión del proyecto, las obras no llegaron a ejecutarse.
Posteriormente, en 1917 fue nombrado inspector de obras públicas en Madrid, cargo que ejerció durante diez años.