Los fragmentos de material contenidos en la región del cinturón habrían podido formar un planeta, pero las perturbaciones gravitacionales de Júpiter, el planeta más masivo, produjeron que estos fragmentos colisionaran entre sí a grandes velocidades y no pudieran agruparse, resultando en el residuo rocoso que se observa en la actualidad.
Si algún asteroide pasa a ocupar esta zona es expulsado en la mayoría de los casos fuera del sistema solar, aunque en ocasiones puede ser enviado hacia algún planeta interior, como la Tierra, y colisionar con ella.
El cinturón de asteroides está dividido en varias regiones según los límites que marcan las resonancias jovianas.
A menos de 3 unidades astronómicas, los hielos no podrían sobrevivir y únicamente los silicatos se reagruparon para crear pequeños planetoides.
Fobos y Deimos, los dos satélites de Marte, son asteroides capturados durante su escapada del cinturón principal.
La definición es ambigua intencionadamente, para que, en palabras de Herschel, sea «suficientemente amplia para abarcar descubrimientos futuros».
[12] En pocos años, los astrónomos descubrieron dos nuevos objetos más, que casaban con el concepto de Herschel.
[24] Desde su formación en la nebulosa primitiva que dio origen al sistema solar, los asteroides han sufrido diversos cambios.
[29] Desde su formación, el tamaño típico de los asteroides ha permanecido relativamente estable; no ha habido aumentos o disminuciones significativas.
Las perturbaciones causadas por Júpiter enviaron los asteroides que allí se encontraban hacia órbitas inestables, creando una zona desierta a dicha distancia.
[34] Contrariamente a lo que se suele pensar, el cinturón de asteroides está en su mayor parte vacío.
Los asteroides están diseminados en un volumen tan grande que sería muy difícil atravesar el cinturón y encontrarse con uno de ellos sin pretenderlo.
Los objetos celestes más grandes del cinturón son, por tanto, mucho menores y menos masivos que la Luna.
Con este método se ha determinado con buena precisión los tamaños de los asteroides más grandes del cinturón, como Ceres o (2) Palas.
[37] Aunque no es común, se han registrado asteroides, como es el caso de (22) Kalliope, que presentan densidades muy bajas para ser de tipo-M, lo cual implica que no están compuestos principalmente por metales y presentan altas porosidades.
Las evidencias muestran, sin embargo, que el 99 % del material basáltico predicho no se observa.
Estos dos asteroides son los únicos de tipo-V descubiertos hasta la fecha en la región exterior del cinturón.
[41] Los asteroides orbitan en el mismo sentido que los planetas, con períodos orbitales desde 3.5 hasta seis años, generalmente.
O. Yarkovsky propuso a finales del siglo XIX que la luz solar podría provocar alteraciones en las órbitas de los asteroides.
La idea clave de Yarkovsky es que un asteroide posee temperaturas diferentes en su superficie según su orientación al Sol.
[12] Esta clasificación se debe a que su gravedad lo ha moldeado con una forma casi esférica (con un diámetro de 940 km aprox.)
Una parte muy pequeña del hielo se convierte en vapor de agua debido a la radiación solar, lo que le confiere una tenue atmósfera.
(2) Palas es el segundo objeto de mayor tamaño del cinturón, aunque (4) Vesta es más masivo.
Se cree que un impacto sobre su superficie formó la familia Palas, aunque el número de miembros es escaso.
Se trata, de los cuatro, del asteroide más externo, cuyo afelio alcanza las 3.5 UA, y tarda 5.5 años en completar su órbita.
Las familias poseen elementos orbitales y espectros similares, lo cual indica que tienen su origen en la fragmentación de un objeto más grande.
[62] En el límite exterior del cinturón se encuentra la familia de Cibeles, orbitando entre 3.3 y 3.5 UA, en la resonancia 7:4 con Júpiter.
[66] Mucho más reciente es el cúmulo Datura que se formó hace 450 000 años a partir de un asteroide del cinturón principal.
Se cree que el cúmulo Datura podría haber sido una fuente de polvo y material zodiacal.
Se ha sugerido que en un futuro el material de los asteroides cercanos a la Tierra (NEA) podría ser aprovechable.