Nebulosa protosolar

Tales discos o nebulosas protoplanetarias han podido ser observados alrededor de estrellas muy jóvenes.

La hipótesis nebular se basa en la observación de que todos los planetas orbitan alrededor del Sol en el mismo sentido y sobre un mismo plano denominado eclíptica con ligeras inclinaciones con respecto a esta.

[1]​ La actual teoría estándar para la formación del sistema solar, la hipótesis nebular, ha entrado y salido de escena desde su formulación por Emanuel Swedenborg, Immanuel Kant y Pierre-Simon Laplace en el siglo XVIII.

La crítica más importante a la hipótesis era su aparente incapacidad para explicar la relativa falta de momento angular del Sol en comparación con los planetas.

[3]​ Para entender cómo se espera que el Sol siga evolucionando era necesario comprender la fuente de su energía.

[4]​ En 1935, Eddington fue más allá y sugirió que otros elementos también podrían formarse dentro de las estrellas.

[6]​[8]​ Uno de estos fragmentos en colapso (conocido como nebulosa presolar) formó lo que se convirtió en el sistema solar.

[18]​ Debido a la conservación del momento angular, la nebulosa giraba más rápido al colapsar.

(una estrella en la que aún no se ha iniciado la fusión del hidrógeno) en el centro.

[19]​ En este punto de su evolución, se cree que el Sol fue una estrella T Tauri.

Con el tiempo, es probable que el Sol se expanda lo suficiente como para abrumar a los planetas interiores (Mercurio, Venus y posiblemente la Tierra), pero no a los planetas exteriores, incluidos Júpiter y Saturno.

Pequeña porción de Orión con gases que recuerdan a una nebulosa protosolar.
Pierre-Simon Laplace , uno de los creadores de la hipótesis de la nebulosa protosolar.
La región de formación estelar N11B en el LMC tomada por WFPC2 en el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA.