Resonancia orbital

En mecánica celeste, se produce una resonancia orbital cuando los cuerpos en órbita ejercen una influencia gravitacional periódica y regular entre sí, generalmente debido a que sus periodos orbitales están relacionados por una proporción de números enteros pequeños.

Si su padre la empuja a periodos arbitrarios no causará el mismo efecto que si la impulsa cada 2 segundos, pues entonces lo hará de manera eficaz y causando el aumento de la oscilación.

Esto tiene un doble efecto: en algunos casos estabiliza y en otros desestabiliza las órbitas.

Y aumenta la probabilidad de que las partículas choquen con sus vecinas menos perturbadas.

La resonancia podría explicar también la docena de estrechos huecos en la parte externa del anillo A, que al parecer resultan de resonancias producidas por los satélites coorbitales Jano y Epimeteo y los satélites pastores del anillo F Pandora y Prometeo.

Debido al conocimiento incompleto de los sistemas, es probable que las proporciones reales sean más altas.

La resonancia de Laplace expuesta por tres de las lunas galileanas . Las relaciones en la figura son de períodos orbitales . Las combinaciones se resaltan mediante breves cambios de color. Hay dos conjunciones Io-Europa (verde) y tres conjunciones Io-Ganímedes (gris) para cada conjunción Europa-Ganímedes (magenta).