En ciertas noches muy oscuras se puede observar una banda continua a lo largo de toda la eclíptica.
En oposición a la luz zodiacal, es posible observar un brillo ovalado muy débil conocido como Gegenschein.
La luz solar absorbida por las partículas de polvo es emitida nuevamente como radiación infrarroja en todas direcciones.
Dado que el tiempo de vida del polvo en el sistema solar es muy reducido comparado con su historia, es necesario tener una fuente continua de nuevas partículas que mantengan la luz zodiacal.
Alexander von Humboldt hizo más observaciones durante su viaje a América del Sur entre 1799 y 1803.
El astrónomo Walter Grotrian (1890-1954) finalmente descubrió las nubes de polvo que las provocaban.