Pese a que en el ámbito doméstico se registran simultáneamente casi todas las particularidades que se describen más adelante, en situaciones formales las diferencias con el «español estándar» son menores y suelen restringirse a la pronunciación y al léxico.
Luego, en Hispanoamérica se inició una etapa de regionalización, marcada por la divergencia del «español koiné» hacia distintas variedades dialectales.
[122] Los diminutivos son usados afectuosa o amablemente en el lenguaje coloquial, por ejemplo: «chiquitito, despacito, pancito, poquito, ratito, tecito» y «vinito», entre otros.
[123] Aunque es poco frecuente, también se practica el «rimbombeo» de las palabras para darle más interés a una frase, por ejemplo «caracho» por ‘cara’ y «tontorrón» por ‘tonto’.
[124] Por ejemplo, «andar/estar pato» (‘andar/estar sin dinero’), «darse una manito de gato» (‘arreglarse, maquillarse’), «ech[ársele] la yegua» (‘sentir un cansancio repentino y fulminante’), «estar como piojo» (‘estar drogado’), «hacer una vaca» (‘donar dinero para un fin común entre varias personas’), «pasarlo chancho» (‘pasarlo bien’), «por si las moscas» (‘por si acaso’), «ser avispado» (‘ser listo/sagaz/vivo’) y «ser pavo» (‘ser desatento/estúpido’).
[125] Otras expresiones son «ser caballo» (‘ser magnífico’), «ser chancho» (‘ser sucio/desaseado/glotón’), «ser choro» (‘ser alguien notable por alguna razón’) —dependiendo del contexto, la palabra «choro» también puede significar ‘altanero’, ‘ladrón’ o ‘simpático’; también es un término vulgar para denominar la vagina—, «ser ganso» (‘ser desatento/estúpido’), «ser pollo» (‘tener poca experiencia’) y «ser un buen gallo» (‘ser un buen hombre’); «cabro, -a» (‘muchacho, -a’), «estar cabreado, -a» (‘estar harto, -a’) y «pollo» (en los sectores bajos, ‘un cobarde’).
Existen palabras y expresiones coloquiales que tienen relación con hechos de la historia del país, tales como «[andar/estar] más perdido que el teniente Bello», 'no hallar o perder el camino',[126] «clotear» (referido al dirigente sindical Clotario Blest, que era detenido por la policía en todas las manifestaciones; se acuñó el verbo «clotear» para significar 'ser detenido', hoy es usado para significar 'salir mal algo') y «mandarse un condoro», ‘cometer un error’ (relacionado al personaje de historietas Condorito y al exfutbolista Roberto Cóndor Rojas).
Medios de comunicación escritos como El Mercurio y La Tercera utilizan prioritariamente un lenguaje sin localismos coloquiales.
Por su parte, el semanario The Clinic, que analiza la sociedad y la política del país en forma satírica, está escrito mezclando distintos registros de habla.