[4] Pese a que no existe un reconocimiento oficial de la lengua hispana a nivel constitucional, la propia Constitución, así como todos los documentos oficiales, están escritos en este idioma.
Según la ley 19253 de 1993,[8][n 2] conocida también como «Ley Indígena», las lenguas autóctonas cuentan con reconocimiento oficial para su uso y conservación, junto con el español, en las zonas en las cuales se hablan.
También están en desarrollo programas de enseñanza bilingüe en las zonas ocupadas por comunidades indígenas.
Estas lenguas eran muy variadas y en Chile, a diferencia de otros países de América del Sur, no se encuentra ninguna gran familia: todos los idiomas autóctonos o bien son lenguas aisladas o bien pertenecen a pequeñas familias de 3 o 4 lenguas.
Las lenguas autóctonas de Chile pertenecen a unas cuatro o cinco familias lingüísticas probadas.