Se casó seis veces y ejerció el poder más absoluto entre todos los monarcas ingleses.Para lograr el matrimonio entre su hijo y Catalina de Aragón, Enrique VII debía primero obtener una dispensa papal.Sin embargo, tanto la corte española como la inglesa insistieron en la necesidad de una dispensa papal para eliminar todas las dudas concernientes a la legitimidad del casamiento.[7] Fernando el Católico murió en 1516 y fue sucedido por su nieto Carlos I, sobrino de Catalina.En 1519 murió Maximiliano I, y Wolsey propuso secretamente a Enrique VIII como candidato para el puesto de emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, a pesar de que públicamente parecía apoyar al rey francés, Francisco I.[10] Este honor lo mantuvo aun después de romper con Roma, y es todavía usado por la monarquía británica.Esta se dio gracias al fallecimiento de su hermano mayor Arturo Tudor, a los quince años.[11] El cardenal Wolsey y William Warham comenzaron secretamente a investigar la validez del matrimonio con Catalina.Envió a su secretario William Knight a Roma para argüir que la bula de Julio II, por la que se permitió el matrimonio entre Enrique VIII y Catalina de Aragón, había sido obtenida mediante engaños y era, en consecuencia, nula.Además, pedía al papa Clemente VII que le otorgase una dispensa para permitirle desposar a cualquier mujer, incluso en el primer grado de afinidad.Esta dispensa era necesaria, ya que Enrique VIII había tenido previamente relaciones sexuales con María Bolena.Tuvo dificultades hasta para entrevistarse con el pontífice y, cuando finalmente lo logró, no consiguió los resultados que buscaba.Gardiner procuró formar una comisión ejecutiva que decidiera con antelación los puntos legales a discutir.Por ejemplo, la bula sería nula si resultaba falso que el matrimonio había sido absolutamente necesario para mantener la alianza anglo-hispana.Los procedimientos, sin embargo, se paralizaron cuando los españoles emitieron un segundo documento que presumía el otorgamiento de la necesaria dispensa.[13] Ya en 1531 la influencia de Moro había mermado y distintos personajes que respaldaban las intenciones del rey mejoraron rápidamente sus posiciones.Durante un tiempo Enrique VIII lo dejó tranquilo, pero su silencio era tan atronador para toda Inglaterra que al final le quiso hacer hablar.Hallado culpable de alta traición, debido al falso testimonio, fue condenado a muerte.Urgido por Thomas Cromwell, el Parlamento aprobó varias leyes que sellaron la brecha con Roma en la primavera de 1534.También previno que la Iglesia decretara cualquier tipo de regulación sin previo consentimiento del rey.Los otros cuatro hombres sobre los que se alegó tener relaciones con Ana fueron condenados a ser colgados, ahogados y descuartizados.Como su hijo Eduardo Tudor, duque de Cornualles, no era un niño sano, Enrique VIII decidió casarse una vez más para asegurarse un heredero varón.Sin embargo, se dice que no la encontró nada atractiva cuando llegó a Inglaterra y la llamaba en privado «la yegua de Flandes».Poco después, Enrique VIII deseó terminar el matrimonio, no solo por sus sentimientos personales, sino también por consideraciones políticas.El casamiento fue consecuentemente anulado basándose en que Ana había realizado previamente contratos nupciales con otros nobles europeos.Al ser interrogada, Catalina pudo haber admitido un compromiso previo con Derham, lo que por sí mismo habría convertido en inválido el posterior matrimonio con Enrique VIII, pero, en lugar de esto, sostuvo que Derham la obligó a establecer una relación adúltera.[34] Finalmente el conflicto llamado Rough Wooing finalizaría en 1550, años después del fallecimiento de Enrique VIII.Si esta, a su vez, no tenía descendencia, la corona real la heredaría la hija de Ana Bolena, Isabel Tudor.Durante su reinado se desarrollaron varias batallas navales, y fundamentalmente se invirtieron importantes recursos en la construcción de barcos, incluyendo grandes navíos como el Mary Rose, y en la innovación tecnológica, como el uso de artillería a bordo.Por su ruptura con la Iglesia católica, Enrique VIII inició el escenario de grandes invasiones españolas o francesas.
Catalina observando a Enrique VIII
justar
en honor del nacimiento de un hijo. El caballo de Enrique está engalanado con la inicial de Catalina en inglés, "K".
Probable retrato de Catalina de Aragón, primera esposa de Enrique VIII por
Michael Sittow
, h. 1502