Liga Santa (1511)

Sirviéndose una vez más de la sinuosa diplomacia organizó la Liga Santa, en la que se integrarían los Estados Pontificios, Venecia y España.

En abril de 1512 se entabló una cruenta batalla en Rávena en la que los ejércitos franceses se mostraron superiores inicialmente y hasta pudieron haber resultado victoriosos si no hubiese encontrado la muerte en el combate Gastón de Foix.

Rodeada y sin aliados, Francia se rindió a finales de año.

Su identificación con la causa francesa en el enfrentamiento con el pontificado y la alianza que mantuvieron con Luis XII fue una excusa para que Fernando, Regente de Castilla, con el pretexto de que los monarcas navarros fomentaban las doctrinas albigenses, obtuviera del papa una bula, la Pastor Ille Caelestis en que de forma genérica se excomulgaba a los aliados del rey francés, emitida, una vez iniciada la invasión a finales de julio.

En Italia, el Rey Católico afianzó su poder en el Reino de Nápoles, aunque las guerras entre España y Francia por la posesión de Italia continuarán en los años siguientes.

Julio II, creador de la Liga Santa.