Transatlántico

Los buques contratados para llevar el correo real británico (Royal Mail) utilizaban el acrónimo RMS en su designación.

En 1807, el ingeniero estadounidense Robert Fulton construyó el primer barco impulsado por esta tecnología, el Clermont, que logra unir Nueva York y Albany en treinta horas, antes de iniciar un servicio regular entre los dos ciudades.

El Royal Edward logró cruzar el Atlántico empleando el vapor en tres cuartas partes de su recorrido.

En efecto, al día siguiente el Great Western, buque concebido por el visionario ingeniero ferroviario Isambard Kingdom Brunel,[15]​ logró alcanzar Nueva York.

Así, el barco que realizaba la travesía más rápida se ganaba el derecho a exhibir una bandera azul en su mástil.

Este barco realizó la travesía para cruzar el Atlántico en 15 días,[17]​ en comparación con los dos meses de los buques accionados a vela.

Tener velas habilitaba a buques como el Great Western para aprovechar las condiciones favorables del tiempo y minimizar el consumo de combustible.

En 1845, el Great Britain se convirtió en el primer barco con casco de hierro impulsado a hélice en cruzar el Atlántico.

Con una longitud de 212 metros, esta nave se mantuvo durante casi 40 años como el objeto flotante más grande construido hasta entonces.

El año 1858 estuvo marcado por un accidente grave, el hundimiento del SS Austria, ocurrido el 13 de septiembre.

[31]​ La White Star contaba con otros tres barcos junto al Oceanic: el Atlantic, el Baltic y el Republic, que operaban en el trayecto Nueva York-Liverpool.

Las velas auxiliares se volvieron rápidamente obsoletas y desaparecieron por completo al final del siglo XIX, mientras que los barcos adoptaron una silueta más moderna, con el diseño de la proa en ángulo recto.

La nave logró impresionar al emperador alemán Guillermo II que deseaba dotar a su país con una flota moderna.

En 1899, la White Star Line introdujo un nuevo barco, el RMS Oceanic que fue el primero en superar al Great Eastern en eslora, aunque no en tonelaje.

Impulsada por la fuerte demanda creada por la emigración europea hacia América, la competencia internacional entre las líneas de pasajeros, y un nuevo énfasis en el confort, las compañías navieras construyeron barcos cada vez más grandes y más rápidos.

[37]​ En 1900, la naviera HAPAG respondió con la construcción del Deutschland, también dotado con cuatro chimeneas y construido para la velocidad.

Por otra parte, su trust firmó acuerdos con empresas alemanas de modo que su único competidor serio pasó a ser la Cunard Line.

El Mauretania ganó la «Banda Azul» y la mantuvo durante un largo periodo initerrumpido de 20 años.

El Imperator fue botado en 1912, y el Bismarck (posteriormente renombrado como Majestic) sería el barco más grande del mundo hasta 1935.

[50]​ El estallido de la Primera Guerra Mundial interrumpió en gran medida los viajes comerciales, por lo que los transatlánticos jugaron un papel importante durante el conflicto.

Cunard había perdido uno de sus buques insignia, el Lusitania en 1915, pero la flota de la White Star Line había sufrido pérdidas mayores, el buque hospital Britannic en 1916, tras colisionar con una mina submarina; y el Oceanic también naufragó en 1914 tras encallar en la costa.

Posteriormente, en 1924, se estableció otra ley de similares características, que apuntaba a una mayor restricción del ingreso de inmigrantes, que hasta entonces habían podido ingresar al país en grandes cantidades desde los años 1890.

En 1935, la naviera francesa Compagnie Générale Transatlantique introdujo el revolucionario SS Normandie, que presentaba un nuevo y revolucionario diseño de casco y una potente transmisión turbo-eléctrica con la que consiguió arrebatarle la Banda Azul al Rex.

No obstante, logró recuperar el premio en 1938, conservándolo hasta la entrada en servicio del SS United States, en 1952.

[61]​ Estos dos barcos, que operaban para la naviera P&O, eran los más grandes, rápidos y también los últimos transatlánticos construidos para la ruta hacia Australia.

El Queen Mary fue conservado tras su retiro en 1967 como un hotel y museo, localizado en Long Beach, California (EE. UU.).

El Great Britain se conserva en Bristol, Inglaterra (Reino Unido)[64]​ y el Doulos espera su restauración en la isla de Bintan (Indonesia) como hotel flotante.

[65]​ El Buque español Correillo La Palma está siendo restaura do en Tenerife es del año 1912 y se espera que haga viajes interinsulares pronto.

Entre los barcos posteriores a la II Guerra Mundial que se preservan todavía, se encuentran el United States (1952), amarrado en el puerto de Philadelphia desde 1996; el Rotterdam (1958), amarrado en Róterdam como museo y hotel flotante desde 2008;[66]​ y el Queen Elizabeth 2 (1967), actualmente en Puerto Rashid (Dubái) desde 2009; como hotel flotante.

[68]​[69]​ Actualmente, permanece allí, aunque se desconoce si será desguazado o si han surgido negociaciones para salvarlo.

El RMS Queen Mary 2 (2004) en Saint-Nazaire . Perteneciente a la naviera Cunard Line , es el transatlántico más grande, lujoso y caro construido en la historia marítima.
El SS Norway (1961), uno de los transatlánticos más famosos de la segunda mitad del siglo XX .
El vapor alemán SS Kaiser Wilhelm der Grosse (1897). Como principal medio para viajar entre los continentes durante un siglo (desde mediados del siglo XIX a mediados del XX ), los transatlánticos fueron esenciales para las necesidades de transporte de los gobiernos nacionales, las empresas comerciales y el público en general.
El hundimiento del RMS Titanic en 1912 es la tragedia más conocida de este tipo de buque.
El RMS Queen Mary , fotografiado en Nueva York a principios de la década de 1960. Actualmente es un museo flotante situado en el muelle de Long Beach ( California ), y uno de los últimos transatlánticos supervivientes.
Los clípers son los ancestros directos de los primeros transatlánticos.
En 1838, el Sirius consigue convertirse en el primer barco en atravesar el océano Atlántico utilizando únicamente tracción a vapor.
El primer viaje del Great Western (1838)
Cartel de la naviera Cunard Line publicitando su servicio marítimo regular de pasajeros entre Liverpool y Nueva York (1875).
El Great Eastern fue durante 40 años el mayor transatlántico jamás construido, aunque su carrera fue corta y caótica.
Isambard Kingdom Brunel antes de la botadura del Great Eastern en 1857.
Ilustración del SS Adriatic , uno de los primeros barcos transatlánticos de la naviera británica White Star Line (1871).
Representación del hundimiento del SMS Cap Trafalgar, un transatlántico alemán reconvertido en un crucero auxiliar armado durante la Primera Guerra Mundial . Fue el primer transatlántico hundido por un barco de la misma clase, el inglés RMS Carmania .
El Mauretania con pintura de camuflaje durante la I Guerra Mundial .
El RMS Majestic , buque insignia de la White Star Line durante los años 1920 (imagen coloreada).
El SS Bremen , fotografiado en 1935.
El buque francés Normandie , uno de los más grandes y lujosos de su época.
Estrecho de Bass , 4 de septiembre de 1941. El HMAS Sydney en primer plano, escoltando al convoy US.12A, que comprende el Queen Mary (derecha) y el Queen Elizabeth (izquierda), más allá del Promontorio Wilsons en la costa de Victoria ( Australia ).
El transatlántico SS France (1961).
El RMS Caronia hundiéndose en 1974.
El Andrea Doria , hundido en 1956, fue el último gran buque trasatlántico de pasajeros que se hundió antes de que la aviación se convirtiera en el medio de transporte preferido.
El RMS Queen Elizabeth arribando al puerto de Cherburgo ( Francia ) en 1966.
El RMS Queen Elizabeth 2 se concibió como un transatlántico de lujo debido al advenimiento de la era del avión a reacción.
El MV Azores (antiguo Stockholm) en 2014 como crucero. Gran parte de su forma original se mantiene, incluyendo su arrufo .
SS United States , amarrado en el puerto de Filadelfia en julio de 2017.