La International Mercantile Marine Company, originalmente conocida como International Navigation Company, fue un trust de empresas creado a principios del siglo XX en un intento del banquero estadounidense J.P.El trust causó gran preocupación en la industria naviera británica, y motivó directamente la involucración del gobierno británico en la política de subsidios a la Cunard Line para la financiación de sus nuevos transatlánticos Lusitania y Mauretania, en un esfuerzo para competir con la IMM.[1] Salvada por la Primera Guerra Mundial, la IMM finalmente reemergió como la United States Lines, la cual operó a lo largo de la mayor parte del siglo hasta declararse en quiebra finalmente en 1986.Cuando la industria marítima de carga y pasajeros prosperó a finales del siglo XIX, algunos intentaron crear un conglomerado empresarial que monopolizara las compañías navieras de Estados Unidos.Aun así, todas las negociaciones a este particular en la década de 1890 no tuvieron éxito.(representante de la INC) negociaron con Ellerman, esta vez con vistas a redimir su propiedad.anunció la creación de la International Mercantile Marine Company, más generalmente conocida como IMM (los elementos constitutivos de la IMM habían no obstante estado operando desde hacía muchos años ya, incluyendo la INC, iniciada en 1871).[14] La respuesta competitiva del grupo IMM tuvo lugar en 1908, cuando el astillero Harland & Wolff fue autorizado a construir un nuevo trío de buques, conocidos como la clase Olympic para la White Star Line: el Olympic, el Titanic, y el Britannic.Durante la comisión de investigación norteamericana que investigó las causas del hundimiento, el senador William Alden Smith atacó abiertamente a Morgan y los principios de la compañía.[21] Aun así, el hundimiento del Titanic no supuso el fin de la compañía.A pesar de que era teóricamente potente debido a su continua influencia entre algunas de las principales compañías navieras del sector, tanto norteamericanas, británicas, y alemanas, la matriz nunca pudo ver solventados sus propios problemas financieros, ni tampoco consiguió dominar la mayoría del comercio marítimo en el Atlántico norte, y por tanto no fue tan exitosa como se esperaba.[22] En 1930, la IMM poseía treinta barcos, que pasaron a ser diecinueve en 1933 y solo once en 1935.en 1943, forjándose de nuevo como una compañía más pequeña centrada exclusivamente en rutas transatlánticas bajo una sola marca.