Albert Ballin

Su padre era dueño en parte de una agencia que organizaba pasajes a los Estados Unidos, y cuando su padre murió en 1874, el joven Albert se hizo cargo de los negocios.

Aunque tenía mucho éxito en los negocios, no era bien aceptado en la sociedad hamburguesa debido a su origen judío, que Ballin siempre reconoció.

Sin embargo, fue admitido en la corte del emperador Guillermo II de Alemania.

Los competidores inicialmente se rieron de Ballin, que organizó y supervisó el viaje personalmente.

Fue un crucero primitivo, exclusivamente confeccionado para las necesidades de los pasajeros acomodados, pero era un gran avance en comparación a las rudimentarias comodidades del pasado, donde inclusive los viajeros muy ricos se sometían a muy molestas condiciones de viaje.