El primer registro poblacional del territorio actualmente controlado por la Argentina se encuentra en Piedra Museo (Santa Cruz) y se remonta al 11000 a. C. Junto con los yacimientos de Monte Verde (Chile) y Pedra Furada (Brasil) constituyen, hasta el momento, los sitios de poblamiento más antiguos hallados en Sudamérica.Para el año 9000 a. C. ya había comenzado el poblamiento de la pampa, en tanto que la zona del Noroeste del país comenzó a ser habitada hacia el 7000 a. C. Hacia el 13.er o 12.º milenio AP se registra presencia humana en Los Toldos y Piedra Museo.Tastil, en el noroeste, fue la ciudad precolombina más grande ubicada en el actual territorio argentino, con una población de 2000 habitantes.Al menos en este caso no murieron por un golpe en el cráneo, ni por asfixia o estrangulamiento.Los niños salieron a pie desde Cusco, acompañados por un grupo de sacerdotes, en algún momento cercano al año 1500.Tastil quedó súbitamente despoblada a fines del siglo XIV ―en el momento de su apogeo― ante la invasión Inca.En la Mesopotamia se habían asentado, también recientemente, los guaraníes, provenientes de la Amazonia, y parte del grupo cultural conocido como tupí-guaraní.Vivían en aldeas (tekuas), que constituían verdaderas unidades tribales por ser entidades económicas independientes.Entre los cultivos más importantes se encontraban la mandioca (mandió), la batata (jetý), la calabaza (andaí), el zapallo (kurapepé), el maíz (avatí), el poroto (kumandá), el algodón (mandiyú) y la yerba mate (kaá), que usaban para preparar el mate, bebida que aún hoy se sigue tomando.Previo al ataque, hacían caer sobre las fuerzas adversarias una lluvia de flechas y piedras.Cien años después, con la invasión europea en la zona, llegan los jesuitas que, en cierto sentido, vienen a competir directamente con los karaí.Aunque extranjeros, traen un mensaje unificador y sobre todo los guaraníes que aceptaban la invasión pasaban a estar cubiertos por las leyes de España (véase: Las reducciones jesuíticas).Todos los indígenas asentados en el delta del Paraná se procuraban el alimento mediante la caza, la pesca, la recolección y algunos cultivos a pequeña escala.En la zona norte del Gran Chaco se instalaron cinco culturas o familias lingüísticas: guaycurú, mataco-macá (wichí), tupí-guaraní, arahuac y lule-vilela.Los españoles les llamaban «frentones» (especialmente a los qom'lek/tobas) porque se depilaban la frente como marca de guerra, y la palabra «toba» tiene más que ver con la cara grande, en forma despectiva).La cultura mataco-macá la integran los wichís («matacos»), chulupíes y chorotes; se ubicaron en la zona occidental del Chaco.Pertenecientes a la cultura tupí-guaraní son los chiriguanos, que se instalaron en el oeste de la región.
Mapa de las migraciones humanas fuera de África, versión de Naruya Saitou y Masatoshi Nei (2002) del Instituto Nacional de la Genética del Japón
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que coincide con la versión de Göran Burenhult (2000).
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Distribución aproximada de lenguas en el extremo austral de Sudamérica en tiempos de la Conquista.