Illapa

Illapa fungía como el principal numen protector de las campañas militares incas durante la expansión del Tahuantinsuyo.

[3]​ Dentro del Vocabulario de lengua quechua escrito por Diego Gonzales Holguín, figura el término Yllappa como: rayo, arcabuz y artillería.

Estos grupos étnicos lo adoraban bajo múltiples nombres como: Catequil, Pariacaca, Libiac, Tumayricapac, Pusikaqcha, etc.[2]​ Sin embargo, a raíz de la expansión del Tahuantinsuyo, los nuevos dominadores les impusieron como máxima deidad a su dios patrono: el Inti (Sol).

En su Instrucción al Licenciado Don Lope García de Castro, el monarca manifiesta la siguiente información:[14]​

Dichas armas divinas simbolizaban su poder absoluto sobre el clima y su facultad como dios bélico del imperio.

Muchos de los numerosos pueblos precedentes a los incas establecían al rayo como el inmanente dios creador del universo y, por ende, su culto fue mayor que el culto en torno al Sol.

El culto a esta divinidad se ha mantenido perenne incluso en épocas posteriores al incanato.

Dentro de estas divinidades, se encontraban los tres dioses principales del imperio: Huiracocha (el creador), Inti (Sol) e Illapa (Trueno).

Esto iba desde congregar a sus ídolos respectivos dentro del Coricancha para más adelante recibir cuantiosas ofrendas, hasta organizarles un banquete comunal donde se encontraban 4 ídolos sentados en sus correspondientes bancos de oro: Huiracocha, Inti, Illapa y Huanacaure.

[26]​ Además de ofrendas y bienes materiales, los incas recitaban oraciones a sus divinidades con sumo acatamiento.

Esto último incluye a Illapa y a dioses tales como: Libiac, Tumayricapac, Kon, Huiracocha, etc.[30]​ La teofanía felínica del dios ha sido mencionada de manera implícita en una antigua Carta Annua escrita en 1599 por el Padre Rodrigo de Cabredo.

Cuando la deidad se manifiesta, el mestizo no lo llega a percibir, pero sintió un profundo pavor.

Después, el hechicero le confirma al mestizo que la deidad lo vendría a ver.

Esto último lo hizo porque el hechicero lo llamó equívocamente Santiago (versión cristianizada de Illapa).

[4]​ El noveno Inca, Pachacútec, había establecido al dios Illapa como wawqi (hermano divino).

[34]​ Como se vio anteriormente, el Inca Pachacútec había establecido al dios Illapa como su wawqi (hermano divino) y, a raíz de ello, el mismo Sapa Inca mandó a fabricar diversos ídolos en honor al dios celeste.

Vale la pena mencionar que, la apariencia del ídolo guarda semejanzas con Kuychi (el arcoíris).

En dicha obra, el cronista escribe:[38]​ El cronista establece una notable diferencia entre la designación Yllapa (cuerpo sin vida del Sapa Inca) y Aya (cuerpo sin vida de una persona común).

Esto último se ve reflejado en el mes de Aya Marcay Quilla (noviembre).

Asimismo, se les ofrecía comida y danzas para que ayudaran a traer el tan preciado líquido celeste.

[18]​ Esta asociación está presente dentro de la cosmovisión andina y se puede entender como el gobernante vivo encarna la todopoderosa fuerza del Sol, mientras que su cuerpo muerto encarna la todopoderosa fuerza del clima.

Los gemelos no eran los únicos "hijos del Rayo", el mismo apelativo también lo recibían aquellos que nacían con alguna malformación como: labio leporino, polidactilia, chapca (niños nacidos de pie), niños con lunares o manchas, nariz hundida, etc.

Para neutralizar la muerte provocada por el rayo, aquellas personas debían portar siempre consigo una concha marina llamada mullu (spondylus crassisquama).

Esto último resalta la percepción andina del rayo como un ser todopoderoso y dual que puede decidir sobre el destino de las personas elegidas: el rayo los puede aniquilar o los puede reanimar para otorgarles distintas cualidades divinas.

Dichos pueblos resaltaban su jerarquía suprema (lo consideraban el inmanente creador y sustentador del universo).

[3]​ Posteriormente, el culto consagrado a Illapa fue continuado por los incas y si bien su posición como deidad principal fue relegada, su prestigio e influencia eran tal que su figura fue equiparable con los dioses más destacados de los incas y junto a ellos formaba una triada: Huiracocha e Inti.

"[28]​ De acuerdo con múltiples cronistas, se han recopilado numerosos datos que muestran detalles fundamentales sobre el culto consagrado a Illapa.

[3]​ Según fray José de Acosta, el panteón incaico se encontraba encabezado por Huiracocha (el creador), luego seguía Inti (Sol) y en tercer lugar Illapa, también conocido como: Chuquiylla, Catuilla e Intillapa.

[10]​ Los indígenas lo representaban como un hombre imponente de brillantes vestiduras que habitaba en el mundo celestial.

[41]​ Según el cronista Cristóbal de Molina, Illapa poseía un templo en un lugar conocido como Pucamarca.

Santiago Apóstol , versión cristianizada (o sincretista ) del dios Illapa.
Al contemplar el potencial de las armas de fuego de los conquistadores españoles, los pobladores andinos equipararon dichas armas con el rayo.
Es posible que la trinidad andina del rayo se trate de la personificación a sus tres aspectos: rayo , trueno y relámpago .
Coya Raymi Quilla, mes donde se efectúa una gran fiesta en honor a la Coya (esposa del Inca ) y a Mama Quilla (principal divinidad femenina). Dentro de esta fecha, se ejecutaba la fiesta de la Citua.
Huayna Capac , en su Pillcoranpa, replicando el poder bélico de Illapa.
Diagrama de Santacruz Pachacuti. Se puede leer al rayo como: Chuqui Illa o Illapa.
Iglesia de San Blas (Cusco).