Historia de la cerveza en España

[1]​ Anteriormente al siglo XIX existieron iniciativas cerveceras puntuales y aisladas en diferentes puntos de la geografía española, pero no será hasta mediados del siglo XX cuando las mejoras tecnológicas productivas en conjunción con otros fenómenos sociales (principalmente con la aparición del fenómeno del turismo), hacen que se convierta en una bebida popular de uso frecuente, disponible en muchos establecimientos hosteleros españoles.

[2]​ La cerveza en España, por haber sido introducida en una época concreta, tiende a ser mayoritariamente de tipo Pilsen,[3]​ siendo su popularidad inicial muy escasa en los medios rurales.

"Anteriormente se habían hallado restos en otros países como Israel (13.000 años) o China (9.000 años), pero en nuestro continente no hay noticia de nada más antiguo", explica Josep M. Fullola, Catedrático de Prehistoria en la UB y director del SERP.

El geógrafo Estrabón menciona lo importante que era esta bebida en Lusitania, donde no se conocía otra.

Lo cierto es que la cerveza era una bebida conocida en el imperio, y esto incluía a Hispania.

En el texto hace mención a tres tipos de cerveza: el zythium, la caelia y la cerea; sin indicar cuales son sus diferencias.

San Isidoro[12]​ menciona que posiblemente deriva del verbo calefacere, por ser un jugo de trigo (semilla previamente humedecida) estimulado por el fuego.

El escritor e historiador Paulo Orosio describe el 'caelia' hispano como una bebida embriagante y áspera.

Los galos denominaban a la cerveza: fuerza de la diosa Ceres (cerevis o cervis).

No obstante, la facilidad que ofrece el clima español para el cultivo de la vid, proporciona una ventaja al recién establecido vino romano.

Cabe pensar que durante el extenso periodo de decadencia del imperio ambas bebidas estuvieron presentes.

En la península ibérica, la división territorial en territorios dominados por los reinos cristianos del norte y los musulmanes del sur permite una clara división de las costumbres culinarias, entre las que la cerveza puede decirse no estaba entre las más populares.

Aunque el lúpulo se usaba en la elaboración de cerveza en Europa del Norte desde el siglo XII, la cerveza conventual española seguía usando hierbas tradicionales como el mirto (Myrica gale) y el romero para aromatizar y prolongar su conservación.

Pero lo cierto es que la producción de cerveza se había abandonado casi totalmente desde la época romana en favor del vino.

Siendo mayor el emperador Carlos I, en su retiro del Monasterio de Yuste es conocido que se hacía servir su cerveza favorita denominada: Mechelschen Bruynen importada desde Flandes.

Este privilegio supone ser el primer impuesto conocido a la fabricación de cerveza en España.

[16]​ La cerveza se distribuía durante el siglo XVII con gravamen de impuestos como la alcabala real y la sisa municipal.

Las primeras fábricas españolas se ubican en las cercanías de puertos marítimos, como por ejemplo: Santander (1783) y Barcelona (1864).

Son las capas burguesas más cultas las consumidoras, caracterizándose por un consumo estacional muy marcado en los meses de verano.

Todas ellas emplean las nuevas tecnologías del frío industrial para la fermentación a baja temperatura.

Mientras tanto otro alsaciano August Kuentzmann Damm en 1871 escapando de la guerra franco-prusiana desembarca en Barcelona y pronto busca socios para establecer otra factoría.

El Águila Negra que llegaría a ser la mayor productora cervecera de Asturias hasta su cese en 1993.

La sociedad española en el siglo XIX se reunía en torno a Cafés de tertulia, en ellos se solía tomar chocolate, horchata, agua de cebada, o zarzaparrilla eran consumidas como bebidas refrescantes con preferencia a la cerveza.

La cerveza que se ofrecía en este periodo tenía una graduación alcohólica cercana a un 4% (inferior al vino de la época).

[28]​ El peor momento dentro de la industria vendría tras el conflicto armado, durante el nuevo régimen que coincide con el periodo autárquico del franquismo.

Esta empresa vino a desarrollar su actividad ininterrumpidamente desde el año 1928 hasta 1985 que es adquirida finalmente por Cruzcampo.

Las compañías cerveceras españolas se asocian y generan un único formato de botella retornable.

Surgen de la misma forma otras empresas cerveceras que pretenden igualmente hacerse un hueco en el mercado español.

Las cervezas de Carlsberg a comienzos del siglo XXI eran distribuidas por la segunda cervecería más grande en España: Mahou-San Miguel.

A finales del siglo XX las empresas multinacionales que han hecho un hueco en el mercado llegan a controlar la mayoría del capital de Cruzcampo, (Guinness), El Águila (Heineken) y San Miguel (BSN-Danone).

La cerveza en España está, desde los años sesenta, íntimamente unida a las tapas .
La pilsener es la cerveza más habitual en España , debido a la incorporación industrial a finales del siglo XIX de los procesos cerveceros de moda en la Europa decimonónica.
El lúpulo ( Humus Lupulus L. ) no se comenzó a cultivar en España hasta comienzos del siglo XX en los campos de la provincia de León . Los productores de cerveza españoles lo adquirían de Inglaterra y Alemania.
La cebada es abundante en los cultivos españoles.
Fachada de la factoría de Cervezas El Águila en Madrid.
Antigua fábrica de Cruz del Campo en Sevilla.
Algunas cervezas populares hoy en día en España nacieron en las Filipinas . Un ejemplo es la Cerveza San Miguel .
Fábrica de cervezas La Cruz Blanca de Santander a principios del siglo XX (colección Thomas)
La cerveza comienza en los setenta a competir con el vino al servir las típicas tapas de la cocina española .
La introducción de los barriles de cerveza metálicos en los años ochenta mejoró el proceso de distribución de la cerveza.
Una caña con tapa