[1] Convivieron con las primitivas alojerías del siglo xvii y, como ellas, fueron casas o tiendas que alguna vez alcanzaron la categoría de café, como en el caso del Café Pombo de Madrid.
Sí disponían de una barra extensa donde podía encontrarse un periódico a disposición del público.
[5] Se despachaban bebidas como leche merengada —o “amerengad”a—, limonada, naranjada y licores variados.
En algunas botillerías se ofrecía además chocolate caliente —también llamado “a la taza”— con bizcochos o barquillos.
Fueron los cafés de tertulia que proliferaron por toda España y muy especialmente en Madrid.