[1] La bebida se popularizó en Europa tras ser introducida desde México en el Nuevo Mundo y ha sufrido múltiples cambios desde entonces.
Ocasionalmente, suele sustituirse por un preparado a base de chocolate en polvo para bebidas disuelto en leche caliente.
En este caso, en países como Venezuela se le llama popularmente Toddy caliente (por vulgarización de marca).
[3] Luego vertían la bebida de una taza a una olla hasta que se formaba una espuma espesa.
[3][4] Como el azúcar aún no había llegado a América,[3] xocōlātl se decía que era un gusto adquirido.
[5][6] La bebida tenía un sabor picante y amargo a diferencia del chocolate caliente moderno azucarado.
Los aztecas, o mexicas, exigían a los pueblos conquistados que les proporcionaran chocolate.
Tazas, calabazas, granos de cacao, así como otras cosas que adquirieron se enumeran en The Essential Codex Mendoza.
[11] En aquella época, el chocolate era muy caro en Europa porque los granos de cacao sólo crecían en Sudamérica.
[14][15] En aquella época, el chocolate caliente se mezclaba a menudo con especias para darle sabor; una receta notable era el chocolate caliente "infusionado con flores frescas de jazmín, ámbar, almizcle, vainilla y ámbar gris. "
[8] Luego juguetearon aún más con las recetas utilizando especias como canela, pimienta negra, anís y sésamo.
[8] En 1828, Coenraad Johannes van Houten desarrolló la primera máquina productora de cacao en polvo en los Países Bajos.
[19] Cuenta la leyenda que el dios Quetzalcóatl (representado por los mortales como la serpiente emplumada) bajó de los cielos para transmitir sabiduría a los hombres y les trajo un regalo: la planta del cacao.
Más allá de leyendas, el cacao tenía una función esencial en los ritos religiosos: ya los mayas creían que la bebida que se conseguía tostando y machacando los frutos les alimentaría después de la muerte.
Para los aztecas el xocolatl era una fuente de sabiduría espiritual, energía corporal y potencia sexual.
Así, con cuatro granos se podía comprar un conejo; con 10, la compañía de una dama, y con 100, un esclavo.
Al ver que los granos de cacao se usaban como moneda y que los aztecas atribuían a la bebida de cacao virtudes reconstituyentes y afrodisíacas, Hernán Cortés decidió explotarlo comercialmente.
Al chocolate en España se le añade harina (almidón de arroz o maíz) para que sea más espeso.
Es más típico en las poblaciones montañosas de clima frío como en los estados andinos, Los Teques, Colonia Tovar, etc.