[3] Actualmente cuenta con varios productos en el mercado: Para conocer el origen de la cerveza Moritz hay que remontarse al siglo XIX.
Su fundador, Louis Moritz, llegó a Barcelona el 1851 proveniente de Pfaffenhofen, localidad alsaciana.
En la década de 1940, acabada la guerra civil española que había provocado una bajada en la producción, la fábrica empieza a recuperar la producción, que irá aumentando año tras año hasta recuperar el ritmo de ventas anterior a la guerra.
Objetivo que se hace realidad en 2004, cuando la quinta y la sexta generación de la familia deciden relanzar la marca.
Ejemplos claros son la rehabilitación de la Fábrica Moritz Barcelona como proyecto principal, o la remodelación del mítico Bar Velódromo.
Una rehabilitación a cargo del reconocido arquitecto Jean Nouvel y que configura un punto de encuentro para los ciudadanos.
La Fábrica Moritz cuenta con una 'microcervecería donde se elabora cerveza fresca sin pasteurizar, pero es mucho más.
Es un espacio vivo donde cada día hay actividades dirigidas al ciudadano de ámbitos muy variados: Gastronomía, emprendeduría, moda, diseño,música, arte, deporte, etc.[2] Pese a que toda la estructura de la marca se encuentra en Barcelona y es ahí donde produce sus cervezas frescas sin pasteurizar, la fabricación de sus cervezas industriales se realiza en Zaragoza.
Al formar parte del Grupo Agora, mismo grupo que Ámbar, esta decisión facilita optimizar recursos al máximo y disponer de una mayor capacidad de producción.
[11][12] La vuelta de la cerveza Moritz implica también la recuperación para la ciudad del complejo arquitectónico donde la empresa tuvo su fábrica y su sede corporativa.
Durante estos años, el Bar Velódromo se ha convertido en un punto de encuentro de Barcelona, como ya lo fue en el pasado donde muchos barceloneses pasaban horas haciendo tertulias y jugando al billar.