Guerra bizantino-sasánida (602-628)

Les volvió, por el contrario, vulnerables al islam, cuyos ejércitos invadieron su territorio algunos años después de concluir la larga contienda.

[7]​[8]​[9]​ Para acumular reservas, Mauricio aplicó una serie de estrictas medidas fiscales y redujo las soldadas, lo que originó cuatro motines en el Ejército.

[24]​ Casi al mismo tiempo, estallaron otras rebeliones en Siria y Palaestina Prima, como consecuencia de la encabezada por Heraclio.

[38]​ Los persas aprovecharon la guerra civil bizantina para adueñarse de ciertas ciudades fronterizas en Armenia y la Alta Mesopotamia.

[41]​[43]​ En el 608, los persas acometieron una incursión por Anatolia que los llevó hasta Calcedonia,[18]​ ciudad ubicada frente a Constantinopla, en la orilla opuesta del Bósforo.

[nota 3]​ Heraclio, no obstante, soslayó la tradición y marchó a participar en el cerco de Cesarea.

[54]​ Los persas saquearon la ciudad tras la lid, asesinaron al patriarca y deportaron a muchos de sus ciudadanos.

Luego obtuvo una modesta victoria cerca de Emesa, en una batalla en la que los dos bandos sufrieron copiosas bajas —entre ambos, hubo veinte mil muertos—.

[57]​ Las fuentes antiguas afirman que entre 57 000 y 66 500 personas fueron asesinadas tras la conquista; otras 35 000 fueron deportadas a Persia, entre ellas el patriarca Zacarías.

Aunque luego recibieron ayuda de Cosroes,[60]​ lo cierto es que tampoco se opusieron a los ejércitos bizantinos en el periodo 600-638, y muchos rechazaban la ocupación persa.

[64]​ La pérdida de Egipto fue un descalabro para los bizantinos ya que Constantinopla dependía del grano egipcio para alimentar a la población.

[71]​[72]​ Pese a ello, el ejército persa se retiró poco después, probablemente para participar en la conquista de Egipto.

[86]​ El emperador logró reunir miles de voluntarios, que fueron equipados merced al dinero aportado por la Iglesia.

[94]​ Los ávaros también corrieron Tracia, desbaratando el comercio y la agricultura incluso a las puertas de la capital del imperio.

[95]​ Otras ciudades menores del Adriático como Jadar (Zadar), Tragurium, Butua, Scodra y Lissus también se libraron de la invasión.

Sin preocuparse por asegurar la retaguardia o las comunicaciones por mar,[101]​ cruzó Armenia y Azerbaiyán para internarse en el corazón del imperio persa.

[102]​ Luego avanzó a lo largo del Araxes, destruyó Dvin, capital armenia en poder de los persas, y Najicheván.

Seguidamente, Heraclio destruyó el famoso templo del fuego de Tajt-e Soleimán, que era un importante santuario zoroástrico.

[104]​ El emperador invernó en Albania y dedicó la estación a aprestar sus fuerzas para la campaña del año siguiente.

El emperador, sin embargo, realizó un ataque nocturno por sorpresa al campamento persa en febrero del 625, y lo destruyó.

[114]​ El dominio del Bósforo, sin embargo, lo tenía la Armada bizantina, lo que impidió a los persas cruzarlo para colaborar con las acciones de los ávaros.

[129]​ Istämi había enviado una embajada a los bizantinos, presidida por el diplomático sogdiano Maniah, que llegó a Constantinopla en el 568 y entregó seda al emperador Justino II, al tiempo que le proponía una alianza contra la Persia sasánida.

Este no impuso duras condiciones a los persas, sabedor de que su propio Estado estaba agotado y convenía firmar la paz cuanto antes.

En zonas latinohablantes del imperio se le llamó el nuevo Escipión por sus seis años de victorias ininterrumpidas y por llevar al ejército romano allá donde ningún general lo había hecho antes; sin embargo, en el resto del imperio, de habla griega, se le comparó con Alejandro Magno y los generales griegos antiguos.

Si hubiese fallecido entonces, se le habría recordado como el mejor general romano desde tiempos de Julio César.

[nota 6]​[162]​ Con la hacienda imperial quebrada, el Gobierno bizantino tenía problemas para remunerar a los veteranos de las guerras persas y para reclutar nuevos soldados.

[170]​ La lanza era probablemente su principal arma y era tan recia que podía atravesar a dos hombres de un solo golpe.

[174]​ Estos caballeros portaban cota de malla, montaban caballos protegidos con lorigas y blandían principalmente lanzas.

[176]​ La infantería ligera o psiloi, por el contrario, solía cubrirse con una cota de cuero y portaba arcos.

Al igual que otros grupos nómadas, contaban en sus filas con guerreros de otras naciones, como los gépidos y los eslavos.

Los imperios bizantino y sasánida en el 600.
Moneda de cobre del emperador Focas .
La frontera romano-persa en la Antigüedad Tardía y el trazado del año 591.
Moneda de oro con la efigie de Cosroes II .
Las campañas del 611 al 624 en Siria, Anatolia, Armenia y Mesopotamia.
Campaña de Heraclio en el 624, 625 y 627-628 por Armenia, Anatolia y Mesopotamia.
El asedio de Constantinopla del 626 acometido por fuerzas sasánidas, ávaras y eslavas, en un fresco del monasterio de Moldovița , en Rumanía .
Un querubín y el emperador Heraclio reciben la sumisión de Cosroes II en una placa de esmalte vidriado sobre cobre dorado del 1160-1170.
Bandeja de plata que muestra la ceremonia de la concesión de armas a David . Pieza bizantina del 629-630, tras el final de la larga guerra con los sasánidas.
Heraclio devuelve la Vera Cruz a Jerusalén , acompañado por santa Helena , en una ilustración ibérica del siglo XV . En realidad, la santa había vivido varios siglos antes.