[2] Durante un breve periodo de tiempo, entre los años 614 y 628, la provincia estuvo en manos del Imperio sasánida.
El objetivo de estas reformas era limitar las revueltas de los gobernadores provinciales, con importantes guarniciones y fortalezas, así como reducir los territorios controlados por cada gobernador y así circunscribir estas revueltas a un territorio menor.
[5]Palaestina Prima, con su capital en Cesarea, abarcaba la región central de Palestina, lo que incluía la llanura costera, Judea y Samaria.
En 613, los persas invadieron el Levante mediterráneo y los judíos se rebelaron contra el Imperio bizantino con la esperanza de asegurar cierta autonomía para Jerusalén.
[8] Los judíos se encontraban en una posición predominante en Jerusalén, pero los persas encontraron más adecuado aliarse con los cristianos, que suponían una abrumadora mayoría en Palaestina Prima, por lo que en el año 617 les devolvieron la ciudad a los cristianos.
En marzo de 629, Heraclio volvió triunfante a Jerusalén portando la Vera Cruz.
Tanto el arrianismo como otras formas de cristianismo se encontraron con un entorno hostil en la región.
Hacia el fin del periodo bizantino quedaban cada vez menos sinagogas, muchas de las cuales habían sido destruidas en incidentes violentos.