Este hecho atestigua su destreza en el campo de batalla, pues el jabalí se asociaba con la victoria.
Durante sus campañas conquistó las ciudades de Damasco (en el 613) y Jerusalén (en el 614), entonces bizantinas, obteniendo además la Vera Cruz.
Sharvaraz abandonó el ejército durante la guerra, y sin sus estrategias se aceleró la derrota persa, obteniendo la victoria el Imperio romano de Oriente.
[1] Firmó la paz, por la que se le devolvían a los bizantinos todas las tierras conquistadas en la guerra, además de la Vera Cruz.
En abril del 630 fue apresado por la coalición de jázaros y köktürks (en turco, Celestes) que conquistaron Armenia.