Conquista sasánida de Egipto

El emperador persa Cosroes II había aprovechado las disensiones intestinas del Imperio bizantino surgidas tras el derrocamiento del emperador Mauricio a manos de Focas para atacar las provincias romanas de Oriente.

[3]​ Decidido a acabar con el dominio romano en Asia, Cosroes centró entonces su atención en Egipto, el granero del imperio enemigo.

Tanto Nicetas como el patriarca, Juan el Limosnero la abandonaron y se refugiaron en Chipre.

[6]​[7]​ En todo caso, la ciudad resistió hasta el 619 y fue el único punto donde los invasores encontraron seria resistencia a la conquista.

[5]​[3]​ Tuvieron que aplastar la resistencia de algunos focos aislados, pero en el 621 dominaban por completo Egipto.