Anacronismo

Por ejemplo, si en una obra de teatro que se desarrollara durante la Antigua Roma apareciera un personaje usando una computadora, esta última sería un anacronismo.El paracronismo consiste en situar hechos, personajes o elementos del pasado en una época posterior, como por ejemplo un carruaje de caballos circulando por una autovía.El procronismo consiste en colocar hechos de una época posterior en una anterior, por ejemplo el Cid Campeador llevando un Smart Watch.Un anacronismo puede ser un artefacto que aparece fuera de lugar en arqueología o geología.Sin embargo, estos aparentes anacronismos pueden reflejar nuestra ignorancia más que una genuina anomalía cronológica.Si se considera el adelanto tecnológico humano paralelo a la expansión y declive de las civilizaciones humanas —es decir, progresando “tres pasos hacia delante, dos pasos hacia atrás”— entonces encontrar por lo menos algún anacronismo (o quizá muchos) es algo esperable.El término también se utiliza a menudo (más metafóricamente) para describir cosas actuales que parecen estar fuera de lugar en el tiempo, aunque no lo estén literalmente.Por ejemplo, las monarquías y otras tradiciones políticas muy abundantes en el pasado son consideradas por muchos como totalmente anacrónicas, así como algunos lenguajes pasados de moda o ciertas tradiciones religiosas El anacronismo aparece especialmente en aquellos trabajos de ficción que usan una base histórica.Solo a partir del siglo XVIII es cuando este tipo de distorsiones han molestado al público en general.Por tanto, preocuparse por una gran cantidad de detalles relacionados con el periodo histórico se habría considerado una distracción.Usarlo para interpretar la literatura del siglo X es un error que, una vez visto esto, es obvio como tal.Referirse al Sacro Imperio Romano Germánico como el Primer Reich es ver la historia a través de los ojos del nazismo y por lo tanto es anacrónico.
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