[1]El subgénero incorporaba tecnologías y estéticas retrofuturistas inspiradas, aunque no exclusivamente, en la maquinaria industrial de vapor del siglo XIX.
[12] Como forma de ficción especulativa, explora futuros o pasados alternativos, pero también puede abordar problemas sociales del mundo real.
Though of course, I did find her review in the March Locus to be quite flattering.
El steampunk es un subgénero literario, habitualmente ucrónico, e impulsado por las corrientes retrofuturistas, centrado en la segunda mitad del siglo XIX, en las épocas victoriana y eduardiana, momento en que la Revolución Industrial se encuentra en su apogeo.
Diferenciando mínimamente estos temas, el steampunk puede ser limitado en las siguientes categorías: En rasgos generales, esta categoría tiende a ser más purista con los elementos históricos, mostrando relatos de ciencia ficción dentro de un periodo histórico reconocido por el lector, habitualmente una versión alternativa de este periodo, donde la Revolución Industrial ya ha comenzado pero la electricidad aún no ha dado sus primeros pasos, mostrando un especial énfasis en aquellos artilugios y maquinarias alimentadas por carbón y vapor.
El momento histórico más común para la ficción steampunk son las épocas victoriana y eduardiana donde la Revolución Industrial tiene su auge.
Esta divergencia es habitualmente criticada, o tachada de innecesaria, al solaparse casi por completo con los elementos encontrados en las tramas más fantásticas del steampunk.
[41] Esta divergencia tiende a mostrar un entorno muchísimo más fantástico dentro de la era Victoriana sin poner un énfasis en la tecnología y la revolución industrial.
[50] En países de habla hispana, como México o Chile, el subgénero es muy popular, y existen grandes escritores que lo han enriquecido con sus aportes literarios.
Cada vez es más fácil encontrar autores españoles que exploren el imaginario steampunk y lo enriquecen con sus propias ideas.
Ese mismo año la joven escritora chilena del género steampunk Sascha Hannig publica su novela "Misterios y revelaciones en Allasneda".
[57] En 2018, se publica ¨Capitán Cid: Artemis¨, del escritor Daniel R.Villarreal una nueva novela que fusiona el Steampunk con ópera espacial basándose en un escenario de una España futurista, a lo largo de ese mismo año e inicios del 2019 se publican la segunda parte, Capitán Cid: Esperanza, el cual tiene una trama y estética fantástica puramente steampunk.
El año 1997 Álvaro Robles escribió "Fiat 600", texto de relatos experimentales en los cuales utilizó de manera original elementos del steampunk y el cyberpunk, siendo cercano a la estética que desarrolló William Burroughs, esta obra fue ganadora del Fondart Nacional sección literatura.
[59] Ejemplos de estos objetos incluyen teléfonos móviles, ordenadores personales e incluso guitarras eléctricas, que gracias a internet,[60] el lugar donde estos aficionados comparten sus impresiones y detallan sus trabajos, cada día son más aquellos que deciden animarse con estas creaciones donde más tarde son mostradas en convenciones y espectáculos.
El miembro fundador de este grupo, junto con las personas que más tarde formarían el grupo artístico conocido como Five Ton Crane Arts Group crearon una casa del árbol steampunk en Oakland,[58] la cual ha sido mostrada en números festivales hasta finalmente instalarse permanentemente en Milton, Delawere.
Este trabajo en hierro contiene multitud de engranajes, relojes y una película en 3D en vivo sobre la luna, que fue creada para la ocasión por Antony Williams.
Fuera del subgénero, aunque asentando las bases de este en la gran pantalla, se encuentra la pionera película checa Una invención diabólica (1958).
A esta película Weird West con tintes steampunk les seguirían muchas otras como Metrópolis (メトロポリス, Metoroporisu?)
(2000), ambientada en un universo donde la magia es real y la tecnología presente es impulsada a vapor, Monkey Typhoon (アソボット戦記五九, Asobotto Senki Gokū?)
Unhallowed Metropolis (2007) es una muestra actual del steampunk influenciado por la cultura popular, al situar el entorno en un futurista mundo victoriano plagado de zombis.
Dystopian Wars (2010) y Leviathans (2011) retoman el camino dejado por Sky Galleons of Mars, recuperando la esencia steampunk con una cronología alternativa que gracias a los inventos de grandes hombres es posible la construcción de enormes naves voladoras donde situar la guerra entre naciones a una nueva altura.
[77] Los accesorios modernos, como teléfonos móviles, tabletas, PCs o reproductores de música, no están fuera de la moda stempunk, aunque estos, muy habitualmente, son modificados para otorgarles una apariencia más acorde con la estética general del vestuario, siguiendo el espíritu general del movimiento steampunk.
[83] La banda creada en 2003 llamada Vernian Process, la cual toma su nombre del escritor Julio Verne, se ha convertido en una de las más populares dentro de la comunidad steampunk en los últimos años gracias a su característico estilo, basado en el romance científico victoriano, y que fusiona una gran cantidad de géneros diferentes como la dark wave, el rock progresivo o incluso el ragtime, creando un estilo único y considerado más romántico que los anteriores.
(1982-1983), The Insensitive Princess (1984) o Doctor Who (1963–presente) a pesar de que sus tramas y su estética global no encajen con el imaginario steampunk, sí que ciertos elementos encontrados en estas son factibles en este subgénero y fácilmente reconocibles por los seguidores de esta estética.
(1993-1994) producida por la cadena FOX y protagonizada por Bruce Campbell tomó el relevo espiritual dejado por su predecesora Jim West, para sumergir de nuevo a los espectadores en un extraño oeste tal y como comentó el mismísimo Campbell para la revista Starlog: "Es como si Julio Verne conociera Jim West.
Dentro del nuevo siglo existen ejemplos como Secret of Cerulean Sand (パタパタ飛行船の冒険, Patapata Hikousen no Bouken?)
No sería tras varios años después, donde este subgénero cobraría un renovado interés gracias en parte al éxito cosechado por la novela La máquina diferencial (1991) entre el público.
Títulos como Steel Empire(1992), The Chaos Engine (1993) y su secuela The Chaos Engine 2 (1996) se vieron influenciados por la novela, a la vez que a la vez que otros tantos títulos se dejaban influenciar por la estética puramente victoria del steampunk, como el caso de Final Fantasy VI (1994).
Esta revista fue mencionada en un artículo aparecido en The Yale Herald para ilustrar como las microculturas se sustentan gracias a internet.
Así mismo, The Gatehouse Gazette, es otro aporte de revista virtual al panorama cultural steampunk y dieselpunk.