Estudió para notario, pero por el aburrimiento de tales estudios se dedicó a la caricatura.
En 1880, con el editor George Decaux, fundó su propia revista, La Caricature, que dirigió durante 12 años y en la cual se iniciaron Caran d'Ache, Louis Morin, Ferdinand Bac, Job, Maurice Radiguet (el padre de Raymond Radiguet).
Cada vez imagina los desarrollos sociales que se derivan de sus invenciones, a menudo con precisión: promoción social de las mujeres (que él ve como electoras y elegibles, llevando pantalones, fumando, y desempeñándose como médicos, notarios o abogados), desarrollo del turismo de masas, polución.
Inventó el téléfonoscopio, una pantalla plana mural que difunde las últimas informaciones a todas horas del día y de la noche, las últimas obras teatrales, cursos y teleconferencias.
Además de sus cualidades como visionario, su obra L'Horloge des siècles anunciaba ya, según sus críticos, al Philip K. Dick de la novela El mundo contra reloj (Counter-Clock World).