Dos causas fundamentales han determinado la originalidad de la fauna australiana: las geológicas y las climatológicas.Conforme Australia sufría la deriva continental, se iba aislando de los efectos del cambio climático global.Así, la fauna única originada en Gondwana, como la marsupial, pudo sobrevivir y diversificarse por radiación adaptativa en Australia.El registro fósil muestra que los monotremas han estado presentes desde el Cretácico temprano (145–99 millones de años),[2] y que los mamíferos marsupiales y placentados datan del Eoceno (56–34 millones de años),[3] cuando los mamíferos modernos aparecieron por vez primera en dicho registro.Se trata de pequeñas criaturas con algunas características físicas destacables: un cuerpo regordete del cual se proyecta un largo y delicado morro, largas orejas erectas, estilizadas piernas y una cola delgada.Los herbívoros marsupiales son clasificados dentro del orden Diprotodontia, que engloba a los subórdenes Vombatiformes, Phalangeriformes y Macropodiformes.Difieren en el tamaño en un rango comprendido entre Cercartetus lepidus, de 7 g, y Pseudocheirus peregrinus o Trichosurus vulpecula, similares en porte a un gato doméstico.Los Macropodiformes se dividen en tres familias, todas presentes en los hábitats australianos salvo en las zonas de clima alpino: los Hypsiprymnodontidae, con Hypsiprymnodon moschatus como único representante; los Potoroidae, con diez especies; y los Macropodidae, que poseyeron 53 especies en Australia pero cuyo número ha disminuido por extinción.Los Potoroidae incluyen a especies pequeñas que excavan madrigueras y transportan material vegetal con sus colas.La mayoría de los macrópodos son bípedos, con una locomoción eficiente energéticamente basada en brincos.Los roedores llegaron a Australia en dos radiaciones: la primera, hace 10 millones de años, que dio lugar a los roedores antiguos, endémicos, representados por catorce géneros extintos; y la última, hace un millón de años, en la cual las ratas penetraron en el continente desde Nueva Guinea, lo cual permitió su evolución hacia siete especies de Rattus, llamadas colectivamente roedores modernos.Cuarenta y seis especies de mamíferos marinos del orden Cetacea se encuentran en aguas costeras australianas, pero la mayoría poseen una distribución mucho más amplia, por lo que algunos autores no las consideran especies australianas.[6] Las aves relacionadas con las historia geológica de Gondwana incluyen a: las aves no voladoras ratites, como el emú y el casuario meridional; los megápodos como Leipoa ocellata o Alectura lathami; y un gran grupo de loros, del orden Psittaciformes.Un ave frecuente es el pelícano australiano o Pelecanus conspicillatus, que es común en las vías de agua.De éstas, las más venenosas son: la serpiente escalera u Oxyuranus microlepidotus, la Pseudonaja textiles, el género Oxyuranus en general o taipanes y el género Notechis o serpientes tigre; todas pertenecientes a la familia Elapidae.Hay más lagartos en Australia que en cualquier otro lugar del mundo, con representantes de cinco familias.Otras familias que pudieron tener un origen en Gondwana incluyen a los Retropinnidae, Galaxiidae, Aplochitonidae y Percichthyidae.[8] No obstante, la evidencia fósil indica que muchas de sus especies son pese a todo muy antiguas.Las especies dulceacuícolas nativas incluyen al Lates calcarifer, Maccullochella peelii peeliiy a la perca dorada o Macquaria ambigua.Los grupos de mayor interés incluyen a las morenas, Holocentridae, Syngnathinae y al género Hippocampus, cuyos machos incuban los huevos en una bolsa especializada.Pese a toda esta riqueza, están desaconsejadas las capturas en este hábitat debido al envenenamiento por ciguatera.Una especie encontrada recientemente, Megachasma pelagios fue descrito en 1998 en una playa del oeste australiano; poco se conoce de este tiburón, pero este descubrimiento puede indicar la presencia habitual de dicha especie en aguas australianas.De las 200.000 especies animales que se estiman presentes en Australia, cerca del 96% son invertebrados.[1] Los invertebrados ocupan buena parte de los nichos ecológicos que sustentan el ecosistema, ya como descomponedores, polinizadores o como sustrato del eslabón trófico superior.Las especies venenosas incluyen al Chironex fleckeri, un cubozoo, al género de pulpos Hapalochlaena y los conos, pertenecientes a la familia de gasterópodos Conidae, cuyo contacto produce un fallo respiratorio y la consiguiente muerte en humanos.Acanthaster planci, una estrella de mar, forma habitualmente poblaciones de baja densidad en la barrera coralina; sin embargo, por causas no bien conocidas, puede reproducirse a gran velocidad y afectar a la comunidad coralina que la engloba.Los Peracarida, que incluye a anfípodos e isópodos, son más diversos en las aguas frías del sudeste australiano.Los vertebrados más utilizados fueron los macrópodos, possums, focas y pardelas de pico fino.Esta acta protege toda la fauna nativa y reglamenta la investigación biológica conducente a la obtención de información sobre las especies amenazadas.[16] Las zonas marinas protegidas cubrían en 2002 cerca del 7% (646,000 km²) de las aguas juridisccionales australianas.
Hay 1.275 especies de hormigas descritas en Australia.
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Estas
Oecophylla smaragdina
se distribuyen en la zona tropical y construyen nidos en las hojas.