Esta familia fue clasificada originalmente en el año 1832 por el naturalista francés Charles Lucien Bonaparte.
Etimológicamente el nombre Osteoglossidae se forma del griego: osteon que significa 'hueso' y glossa, 'lengua'.
[1] Esta familia se subdivide en 2 géneros vivientes con un total de 6 especies, las que se distribuyen en Sudamérica (en la cuenca del río Amazonas), el Sudeste Asiático,[2] Australia[3] y Nueva Guinea.
Además cuenta con un género extinto, con al menos 4 especies, las cuales solo son conocidas por el registro fósil.
[4] Los osteoglósidos son similares en apariencia a los arapaímidos y durante mucho tiempo se los consideró miembros de la misma familia, hasta que fueron divididos, ya que, si bien los integrantes de ambas familias tienen cuerpos alargados y con grandes escamas, los osteoglósidos pueden caracterizarse por exhibir barbos en el extremo de la mandíbula inferior, por tener un abdomen muy comprimido (el cual es casi cilíndrico en las arapaimas), y por presentar una enorme boca, con una apertura marcadamente oblicua.