Se encuentra por toda Australia a excepción de las áreas más fértiles, como el sur Australia occidental, las costas este y sureste, y las selvas tropicales a lo largo de la costa norte.
Los canguros rojos no pueden desplazarse caminando, y deben moverse a saltos.
Suele tener hábitos nocturnos, cuyo hecho le permite soportar el calor en momentos sofocantes.
Para ello descansa a la sombra de árboles o arbustos y, en ocasiones, excavan un agujero poco profundo en el que se acuesta.
Para refrescarse cuando la temperatura es alta, el canguro se lame los antebrazos, carentes de pelo, donde tiene vasos sanguíneos superficiales.
Aunque su principal defensa es la huida, puede propinar fuertes patadas o arañazos con sus garras.