Día de Muertos

Las familias construyen altares domésticos, denominados ofrendas, donde colocan alimentos y bebidas preferidos por sus difuntos.Una tradición particular son las calaveras literarias: versos satíricos que funcionan como epitafios humorísticos dedicados a personas vivas.Malvido argumenta que la tradición del Día de Muertos puede trazarse directamente a la Europa medieval.Los entierros prehispánicos incluían diversos objetos funerarios, tanto de uso personal como aquellos que el difunto podría necesitar en su tránsito al inframundo.[12]​ En la cultura nahua del Anáhuac, no existía un «Día de Muertos» como tal, sino que se honraba a los difuntos en tres fechas diferentes del calendario nahua, conocidas como veintenas, dedicadas a Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl.Esta creencia estaba tan arraigada en sus prácticas funerarias que era común enterrar a estos perros junto con sus dueños fallecidos, pues se consideraba que sin la ayuda de estos fieles compañeros, el alma podría perderse eternamente en su viaje hacia el inframundo, sin llegar nunca a su destino final en Xibalbá.Al convertir a los nativos del Nuevo Mundo, se dio lugar a un sincretismo que mezcló las tradiciones europeas y prehispánicas, haciendo coincidir las festividades católicas del Día de todos los Santos y Todas las Almas con tradiciones similares mesoamericanas.Con la llegada del sincretismo religioso, estas ceremonias se transformaron en festividades católicas, desvinculándose parcialmente de su función agrícola original.Sin embargo, se preservaron elementos tradicionales como las ofrendas en los hogares, que antiguamente estaban destinadas a la tierra y la lluvia.Sin embargo, en este contexto, la festividad ha adquirido una mayor libertad creativa, permitiendo la incorporación de diversas expresiones artísticas y plásticas.Aunque no hay una fecha exacta para la colocación de las ofrendas, éstas varían según las familias y la región en la que se celebre.También se considera que sus pétalos brillantes y su fuerte aroma pueden guiar a las almas desde los cementerios hasta los hogares de sus familias.[26]​ También se dejan almohadas y cobijas para que los difuntos puedan descansar después de su largo viaje.[27]​ Las calaveras, o calaveritas de azúcar, muestran diseños coloridos para representar la vitalidad y la personalidad individual del difunto.Puede estar presente en forma de tortillas, tacos, gorditas, tamales o cualquier otra comida.[31]​[32]​ Un símbolo común de esta festividad es la calavera, que los celebrantes representan en máscaras, llamadas calacas (término coloquial para esqueleto), y en alimentos como calaveras de chocolate o azúcar, que están inscritas con el nombre del destinatario en la frente.Estos poemas describen hábitos y actitudes interesantes, así como anécdotas cómicas o absurdas que utilizan imágenes relacionadas con la muerte, que incluyen pero no se limitan a cementerios, calaveras o la parca, todo esto en situaciones donde el destinatario tiene un encuentro con la muerte misma.[43]​[44]​ El 28 se recuerda a quienes sufrieron muertes trágicas, honrándolos con una vela, una flor blanca y un vaso de agua.[47]​ Cabe destacar que estas dedicatorias han evolucionado con el tiempo, incorporando nuevas creencias y costumbres.Nadie interrumpe sus coloquios amorosos, mientras tanto las estrellas fulguran interesantemente en las aventuras, las campanas tocan desesperadamente y el lago gime como un alma en pena.Participar en esta fiesta es cumplir con un deber sagrado para los muertos, que hacen honor a quienes lo practican.Su familia coloca una ofrenda en su casa poniendo lo que al difunto le solía gustar (comida, bebidas, objetos, etc).Cabe mencionar que con el transcurso del tiempo estas costumbres se han ido modificado con el tiempo pues en la actualidad es más frecuente ver que la gente regala juguetes a los niños, pelotas o aparatos electrónicos.Durante todo el día la gente visita a sus familiares con canastas en la cual se transporta la ofrenda aunque los padrinos de bautizo, comunión, casamiento etc. son los que tiene mayor prioridad en ser visitados pues ellos son los segundos padres de los ahijados.En ésta, como en otras comunidades se puede ver claramente el sincretismo cultural de la zona.En San Juan Achiutla, Oaxaca, México se acostumbra en la vigilia del Día de Muertos poner a los niños difuntos frijoles y arroz en la ofrenda familiar, para el día dos de noviembre poner mole, aguardiente, cigarros, cerveza, frutas y pan a los mayores.[64]​ La celebración inicia el 1 de noviembre alrededor del mediodía, cuando se construye un altar doméstico o una tumba simbólica, conocida como apxäta.Durante este tiempo, grupos de personas visitan distintas casas para rezar por el alma del difunto y, a cambio, reciben dinero, comida, bebida u otras ofrendas.En el pasado, las comunidades solían desenterrar a sus muertos de las chullpas, una práctica que fue prohibida durante la conquista española.[66]​ La gastronomía juega un papel crucial en esta celebración, con la preparación de platillos tradicionales como el fiambre, una ensalada que combina diversos ingredientes, principalmente embutidos, y una variedad de dulces como torrejas, molletes, jocotes en miel, mangos en conserva y ayote en miel, que se comparten en familia.
Mujer con copal durante la «alumbrada» de San Andrés Míxquic .
Cempasúchitl , flor tradicional usada para ornato.
Calaveras de azúcar se exhiben en el Mercado de Hidalgo de Tijuana , México, con motivo del Día de Muertos.
Ofrenda en la explanada municipal de Nicolás Romero , Estado de México .
Acompañamiento en el panteón municipal de Tzintzuntzan .
«Huentle» u Ofrenda Colgante de Coatetelco, Morelos.
Ofrenda Monumental de Día de Muertos en Huaquechula, Puebla
Velación en San Juan Achiutla , Oaxaca.
Muestra de altares en Mérida, Yucatán
Limpieza de los Santos Restos o Cho Ba'ak .
Altar de Todos Santos en Bolivia
Carrera de las Cintas o de Todos los Santos , una tradición muy arraigada de Huehuetenango y sus alrededores.